Las enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson y la ELA, afectan a millones de adultos, pero los científicos aún no saben cuál es la causa, lo que supone un importante obstáculo para desarrollar tratamientos o medidas preventivas. Un nuevo estudio de la Universidad de Florida, en Estados Unidos, establece, por primera vez, un vínculo entre especies específicas de bacterias y manifestaciones físicas de enfermedades neurodegenerativas.
Investigaciones recientes sugieren que las personas con estas enfermedades presentan cambios en la composición bacteriana de su tracto digestivo. Sin embargo, dada la gran diversidad de microbios que se encuentran en el cuerpo humano, identificar qué bacterias pueden estar asociadas a la neurodegeneración es como encontrar una aguja en un pajar.
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