La atención a personas con enfermedades avanzadas tiene un componente ético indudable. De ahí, la importancia de plantearse cuestiones en torno a las virtudes que deben tener los profesionales de la salud, los cuidados adecuados al final de la vida y el papel clave de la atención domiciliaria en el continuum asistencial. Siguiendo los pasos del mundo anglosajón, introducimos el concepto de virtud entendiéndola en sentido originario como una fuerza o energía que inclina a obrar de manera adecuada para conseguir un fin.
Durante la jornada se presentará la guía práctica de Ética para Profesionales de la Salud, elaborada por el Comité de Ética Asistencial de SAR, cuyo objetivo es exponer las actitudes y virtudes necesarias para desarrollar con excelencia la importante labor de cuidar a personas en situación de dependencia y/o vulnerabilidad.