La seguridad de dos recintos de Benavente han sido puestos en tela de juicio por el Grupo Municipal de Izquierda Unida.
Por un lado, anuncian que pedirán por escrito el expediente de la nueva sede de la Asociación de Familiares y Amigos del Alzheimer (AFA) para "verificar los informes técnicos favorables al respecto del cumplimiento de la accesibilidad, seguridad y plan de emergencia de tales dependencias", trasladadas recientemente a la calle La Bañeza.
En la comisión informativa de la Concejalía de Urbanismo y Servicio de Seguridad Ciudadana y Obras del Ayuntamiento, IU planteó también una serie de cuestiones en relación a la sala Avanti, utilizada por el Círculo de Benavente para la celebración de la Nochevieja y sobre la que el grupo de la oposición pregunta sobre "la correspondiente licencia de actividad municipal", si la alcaldía "había ordenado el reconocimiento preceptivo del local para comprobar las medidas de seguridad y sanidad", si había un plan de emergencia, si la Concejalía tenía algún informe técnico relativo a la seguridad del local y si hubo contratación de Seguridad para el citado evento. Son algunas de las cuestiones planteadas ayer por la mañana por Manuel Burón.
El portavoz de la Concejalía, José Manuel Salvador, dijo que responderá en la próxima comisión informativa, como suele ser habitual, y adelantó que la "Ley de Espectáculos Públicos de Castilla y León excluye de la aplicación de la normativa a las actividades que se realicen dentro del ámbito privado", que es como se considera la fiesta celebrada en Nochevieja en la sala Avanti.
La directiva del Círculo de Benavente solicitó autorización en el año 2012 y la alcaldía respondió que no hacía falta autorización municipal por estar dentro del ámbito privado. De hecho, Salvador recuerda que todos los años el Círculo envía invitación a todos los concejales de la Corporación municipal, incluídos así los de Izquierda Unida.
José María Esguevillas, presidente del Círculo de Benavente, afirma que tres personas de seguridad fueron contratadas para garantizar que sólo accediesen las personas con invitación, esto es, los socios y los hijos de éstos.
Esguevillas sostiene que el local cumple las medidas de seguridad "porque nosotros somos los primeros que queremos el bienestar de nuestros hijos" y justifica su argumento con el informe de un arquitecto técnico elaborado previamente a la fiesta, así como a la notificación enviada al Ayuntamiento quince días antes de la celebración. Aunque esta fiesta lleva realizándose durante muchos años, la polémica ha surgido tras el incidente de Nochevieja, cuando un conato de incendio, hizo acudir a los bomberos y concluyó sin daños personales ni materiales. Una bombilla y una bolsa de plástico originaron llamas accidentalmente.
Fuente: laopiniondezamora.es