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120.000 personas diagnosticadas de Alzheimer tienen menos de 65 años

Afectados por la enfermedad piden que se adapten puestos de trabajo para estos “enfermos jóvenes”

Madrid - Entre el 9 y el 10% de los pacientes de Alzheimer -unas 120.000 personas en el Estado- tienen menos de 65 años y a la mayoría de ellos el diagnóstico les llega en plena actividad laboral. Por eso, los afectados pidieron ayer a las empresas que adapten sus puestos de trabajo para estos “enfermos jóvenes” que quieran seguir trabajando.

Una reivindicación lanzada ayer por la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras demencias (Ceafa) durante la presentación en rueda de prensa de la campaña Sigo siendo yo, con motivo de la celebración el próximo 21 de septiembre del Día Mundial de esta patología que en el Estado padecen alrededor de 1,2 millones de personas.

Con este lema, la asociación quiere reivindicar a la persona que hay detrás de un diagnóstico y que “adquiere su verdadera dimensión en esa nueva tipología de pacientes jóvenes”, subrayaron la presidenta de Ceafa, Cheles Cantabrana. Aunque no se disponen de datos sobre qué porcentaje de los 120.000 afectados en edad laboral dejan su trabajo al ser diagnosticados, Cantabrana aseguró que “normalmente el abandono no es tanto voluntario como inducido por la propia dinámica laboral”.

“La persona es apeada del entorno laboral”, denunció la presidenta de Ceafa, quien ha pedido “itinerarios laborales alternativos” dentro de aquellas empresas que por su propia tipología lo permitan.

Puedan seguir trabajando Una demanda que suscribió la directora general del Imserso, Carmen Balfagón, quien animó a las empresas a “trabajar en ello a través de fórmulas que ya existen para otras patologías” con el objetivo de que nadie en edad laboral deje de trabajar si no quiere. Aunque reconoció que se trata de “un trabajo complicado y ambicioso”, la responsable del Imserso confió en que aquellas empresas que puedan “lo van a hacer”, porque “hay voluntad de ir trabajando todos en la misma dirección”.

No solo los pacientes sino también los cuidadores ven afectada su vida laboral. Hasta un 30% de ellos ajustan su jornada y un 12% abandonan de forma completa su trabajo.

Ello, según explicó Cantabrana, tiene un impacto “enorme” en las familias, ya que al costo asociado a los cuidados del paciente hay que añadir la reducción de ingresos, que hace que la asociación esté “detectando casos de pobreza asociada a la enfermedad”.

Plan de Alzheimer La directora general del Imserso ha incidido en la importancia de que las organizaciones empresariales junto con las administraciones apoyen las iniciativas “porque toda ayuda es poca” y ha anunciado que próximamente verá la luz un Plan estatal de Alzheimer.

Un compromiso de la ministra de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad, Dolors Montserrat, que ha pedido que se apruebe con el mayor consenso posible y aunque no tiene fecha, Balfagón aseguró que se está trabajando de manera “ágil” y “contando con todo el mundo que tiene algo que decir sobre la enfermedad del Alzheimer”.

El cambio de paradigma que pide Ceafa en el que la persona diagnosticada debe ser protagonista no solo afecta al ámbito laboral, sino también al familiar, social y sociosanitario.

Cantabrana también señaló que el paciente deberá continuar desempeñando los roles que tradicionalmente venía asumiendo dentro de la familia y ésta “deberá postergar el tutelaje lo más posible”.

En el ámbito social, pidió que se hable de sociedades no excluyentes en lugar de inclusivas, puesto que una manera de luchar contra la estigmatización es no excluir de la sociedad a una persona por un diagnóstico.

Por último, en cuanto al entorno sociosanitario, la presidenta de Ceafa cree que hay avanzar en la idea de que el afectado sea el verdadero protagonista de sus procesos y el terapeuta quede a su disposición.

Fuente: deia.com

Con la colaboración de