La ciencia se enfoca en los biomarcadores, pruebas que ofrecen un diagnóstico fiable de la enfermedad incluso antes de que aparezcan los síntomas, para encontrar un nuevo abordaje. La memantina, autorizada en 2003, es el último fármaco específico aprobado contra el Alzheimer.
La memantina, aprobada en 2003, es el último fármaco específico autorizado para tratar la enfermedad de Alzheimer. “Dieciséis años y desde entonces nada. Y no ha sido por falta de esfuerzo ni de inversión”, afirma Miguel Medina, director científico adjunto de CIBERNED e investigador principal del Proyecto Vallecas de detección precoz de la enfermedad de Alzheimer de Fundación CEIN.
El investigador lamenta que “desgraciadamente, el problema del Alzheimer es más complejo de lo que se pensaba hace cinco años”. Desde los años noventa y hasta entonces, la hipótesis amiloide – que basaba el abordaje de la enfermedad en el control o la eliminación de la proteína amiloide en el cerebro – había sido aceptada de forma generalizada por la comunidad científica. “Pensamos que una vez identificada, sería relativamente rápido controlar su producción y ver beneficios clínicos, pero todos los abordajes han fallado”, incide Medina, que subraya que por ello actualmente “el escepticismo es grande y el ánimo está bajo en la investigación”.
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