60.000 vascos padecen en estos momento algún tipo de demencia o Alzheimer y con ellos sufren la dureza de estas enfermedades cognitivas otras cuatro personas entre familiares y cuidadores. El mayor deseo tanto del afectado y de sus allegados es el de que estas personas puedan vivir en sus domicilios, en su entorno, el mayor tiempo posible.
Eso supone también aprender a convivir con olvidos, desorientación, delirios, riesgos de accidentes caseros, caídas, escapadas a medianoche... Las asociaciones vascas que velan por estas familias, especialistas en gerontología y el servicio de teleasistencia BetiOn han puesto en marcha un nuevo proyecto de televigilancia y ayuda que va a testarse ya en 17 hogares de los tres territorios y que consiste en hacer uso de las nuevas tecnologías como el GPS, los detectores de humos, sensores de movimientos y la propia medalla roja de la telealarmapara que estos pacientes y sus cuidadores ganen «tranquilidad y seguridad», ha explicado esta mañana la consejera de Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal.
Además se ha formado a los 150 operadores de BetiOn para identificar mejor los problemas y necesidades de las personas que sufren deterioro cognitivo.
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