Las estadísticas hablan por sí solas. En los últimos años, el aumento de la esperanza de vida ha provocado un progresivo envejecimiento de la población con el consiguiente incremento de las necesidades para este colectivo. En Bizkaia, un 10,8% de la población mayor de 65 años requiere de ayuda para disponer de una renta que cubra los aspectos básicos de su vida cotidiana, mientras que en otras situaciones la prestación social está destinada a personas que no se valen por sí mismas para desarrollar actividades diarias. Desde la Diputación Foral de Bizkaia hay implantados numerosos programas para mejorar la calidad de vida de las personas y, tal y como precisó la diputada de Acción Social, Pilar Ardanza, durante la presentación de los presupuestos de este departamento, "todas las políticas ponen en el centro de las decisiones a las personas, con especial atención a las más vulnerables".
El montante económico del que dispondrá este área foral supone el 43% del presupuesto total de la Diputación Foral de Bizkaia. Esto significa que más de 466 millones de euros se destinarán a proyectos de Acción Social, con un incremento respecto a 2013 de 10 millones de euros, de los que 7 están destinados al área de mayores. Este colectivo es uno de los beneficiarios de las políticas de dependencia, aunque no el único.
"Nos hemos negado a aplicar los recortes en materia de dependencia que venían desde Madrid", subrayó Ardanza, quien sostuvo que se van a "mantener y reforzar los servicios y prestaciones de la Ley de Dependencia". A este área se dedicarán más de 90 millones de euros, ofreciendo ayudas a las personas que más lo necesiten.
Pero no solo las prestaciones económicas serán el eje de los presupuestos del programa de dependencia, ya que este apuesta también por nuevas propuestas. En esta línea, Diputación impulsa proyectos de vida independiente, a través de un servicio experimental.
En la dependencia, en muchas ocasiones, se pone el foco de atención en las personas afectadas, pero quien asume las responsabilidad sobre ellas, son los familiares. Por ello, está creado un apoyo económico a través del programa Zainduz, y una ayuda psicológica mediante los programas de respiro, en los que destacan los que preparan la Asociación de Familiares de Alzheimer de Bizkaia, Cáritas y Orue.
Vivir la vejez como una época en la que disfrutar de esos momentos que por el trabajo se han dejado atrás. Pero muchas veces, la salud impide a las personas mayores de 65 años gozar de su nueva situación. Por ello es uno de los grupos poblacionales que más ayudas para la dependencia necesita. Y garantizar unos servicios mínimos para las personas de edad más avanzada supone casi el 35% del presupuesto de Acción Social. En total son casi 163 millones de euros. "Debido al creciente número de personas mayores estamos estimando un crecimiento moderado del número de plazas residenciales", expuso Ardanza, quien reseñó que "las personas mayores deben poder residir en su propio domicilio tanto tiempo como sea posible, sin que la presión recaiga exclusivamente en la familia". Y es que las principales líneas de actuación del departamento se centran en la gestión de centros y residencias de la Diputación con "el objetivo" de continuar cerca del "2,5% de cobertura en plazas de responsabilidad foral".
Más de 5.700 personas mayores son beneficiarias de los servicios de asistencia del ente foral a través de los diversos proyectos tanto de residencias como de centros de día. A través de acuerdos con los ayuntamientos vizcainos se proporcionarán 536 plazas para mayores, 14 más que en 2013. Además, los centros de día y las residencias Azpiegiturak contarán con 943 y 1.562 plazas respectivamente.
Mediante la concertación de plazas de residencia con entidades privadas, 2.543 personas serán atendidas. Asimismo, las unidades socio-sanitarias concertadas serán 54 (tanto en los centros Orue como Aspaldiko) y otras 56 que estarán a cargo del Instituto Foral de Asistencia Social. Las plazas para personas mayores con enfermedades mentales continuarán en 10, mientras que las plazas de carácter especializado serán 110.
Entre las inversiones, destaca la apertura del centro experimental de promoción de la autonomía personal, que se ubicará en Etxebarri.
Los estudios demuestran que la mayoría de las personas mayores, un "60%", desea ser atendido en su domicilio. Esta es una necesidad que cubren los ayuntamientos a través del Servicio de Ayuda a Domicilio.
Además de esas prestaciones sociales, la Diputación apuesta porque los mayores sigan realizando actividades. Por ello, continuarán en marcha las medidas para "dar respuesta a sus necesidades sociales e impulsar el envejecimiento activo y la solidaridad intergeneracional". El objetivo de Bizkaia, según Pilar Ardanza, es "hacer un territorio avanzado en I+D+i social".
Fuente: Deia.com