Con la presencia del alcalde de Villarrobledo, Alberto González y la concejala de Bienestar Social, Rosario Herrera, la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer ha presentado en la mañana de hoy las actividades que va a desarrollar con motivo del Día Mundial del Alzheimer que se celebra el próximo 21 de septiembre
Conchi García, presidenta de AFA ha explicado que en el día Mundial del Alzheimer de este año el lema propuesto por Ceafa es "EL VALOR DEL CUIDADOR". Todas las organizaciones que representan a las personas con Alzheimer y otras demencias, como es Afa-Villarrobledo, reivindicans EL VALOR DEL CUIDADOR FAMILIAR, que es el gran olvidado en la batalla contra las consecuencias de la demencia. En opinión de García, "debemos proteger la figura del cuidador familiar tanto como a las personas que sufren la enfermedad. Un cuidador bien cuidado, podrá cuidar mejor a su familiar dependiente. El Alzheimer es un problema sociosanitario de carácter global que afecta a quien lo sufre directamente, pero también a la familia, que asume la función principal de cuidarlo. El cuidador familiar es hoy por hoy el mejor aliado que tiene nuestra sociedad para intentar hacer frente a los efectos devastadores de la enfermedad. Padecer Alzheimer u otra demencia, es un problema del que nadie estamos a salvo, por lo que la sociedad en su conjunto debe tomar conciencia y comprometerse para intentar prevenir la aparición de la enfermedad y actuar con eficacia en los casos ya diagnosticados. Uno de cuatro hogares en España cuenta con un familiar afectado y el 50% de los cuidadores generan una predisposición a padecer alteraciones físicas, psicológicas y sociales".
Conchi García ha dado a conocer las propuestas para garantizar el cuidado en el entorno familiar, y que en su opinión pasan por:
1) Reconocimiento público de la figura del cuidador familiar. No es de recibo que las actuales propuestas de atención a las personas dependientes pasen por la refamiliarización del cuidado si el cuidador familiar no es considerado como un agente clave en los sistemas sociales y sanitarios
2) Dotación de los recursos necesarios mientras dure el cuidado. Se debe cuidar al cuidador y reconocer su rol o papel como tal, apostando por visibilizar su labor ante la sociedad y articular un marco jurídico protector (tiempo para los cuidados en el domicilio, protección del derecho al trabajo, medidas fiscales específicas, bonificación de costes sociales, promoción de sistemas similares a las bajas por maternidad y establecimiento de programas de conciliación en materia laboral). Incluir a la familia en el modelo asistencial, poniendo en marcha programas de apoyo de intervención sociosanitaria para los cuidadores. Es fundamental articular medidas encaminadas a prevenir el empobrecimiento asociado al cuidado de una persona con demencia, proporcionando incentivos económicos.
3) Dotación de recursos una vez ha finalizado el cuidado. Contemplar el reconocimiento del excuidador como figura de atención y proceder a su localización e identificación para realizar un análisis de sus necesidades. Los años dedicados a la atención del ser querido dejan huella en el cuidador.
García ha explicado que todos los servicios y atenciones que se presten deben contemplar tanto al paciente como al cuidador para garantizar el abordaje integral del Alzheimer. En el largo recorrido de una persona con demencia hay al menos 3 actores implicados:
- Las familias con una persona enferma. - Las asociaciones de familiares, como Afa Villarrobledo. - Los servicios sociales y sanitarios.
Son tres estructuras, ha señalado, que deben ser complementarias y trabajar de forma coordinada para garantizar así la mejor atención posible tanto para el paciente como para el cuidador familiar. Toda la acción de cuidar en su conjunto tiene un valor ya sea el cuidado familiar o profesional.
Las Asociaciones de familiares hoy por hoy, ha apuntado, siguen siendo agentes clave. "Por ello ponemos en valor la calidad y el tratamiento especializado que desde éstas ofrecemos con la entrega silenciosa, pero eficaz, de muchas personas que han padecido las consecuencias de la enfermedad y con la inestimable colaboración de excelentes profesionales y voluntarios. Su incansable actividad debe contar no solo con el respeto de la sociedad