El Programa Desatar al Anciano y al Enfermo de Alzheimer de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (CEOMA), que trabaja en la defensa de los intereses de las personas mayores y los enfermos de Alzheimer, ha entregado a los Centros de Día AFAC I y AFAC II la acreditación como “Centro libre de Sujeciones”.
De esta forma, AFAC I y AFAC II de la Asociación de Familiares de Alzheimer de Cantabria, son los primeros Centros de Día acreditados como “Centros libres de Sujeciones”.
La Asociación de Familiares de Alzheimer de Cantabria es una entidad pionera en la no utilización de sujeciones, para facilitar y mejorar, de esta forma, la autonomía y la calidad de vida de sus usuarios. Este es el objetivo de la organización y todos los familiares. Es muy significativo que una importante Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de ámbito autonómico se sume al movimiento desatar, mediante su propio ejemplo, lo que demuestra que las sujeciones son un asunto que preocupa, y mucho, a los más allegados, a las personas que mas riesgo tienen de ser sometidos a este tipo de medidas. Es esperable que cunda dicho ejemplo y que se sumen más organizaciones de este tipo de toda España.
Al acto en el que se formalizó la acreditación de los centros, asistieron la Vicepresidenta de AFAC, Mónica Pérez Pardo; la tesorera de la Asociación, Mª Angeles Horga, y el vicepresidente de CEOMA, Modesto Chato de los Bueys.
Según un estudio de CEOMA, un 23% de personas mayores dependientes que viven en residencias son sometidas a sujeciones físicas (como correas y ataduras). Si nos centramos en los residentes con demencia, ya sea por Alzheimer o por otra causa, la proporción aumenta a más del 60%.
El Programa “Desatar al anciano y al enfermo de Alzheimer” de CEOMA subraya que es posible cuidar y proteger adecuadamente a este sector de la población sin usar sujeciones físicas y químicas (con fármacos psicotrópicos).
Esta iniciativa evidencia que las razones que se esgrimen para el uso de sujeciones están basadas en falsos mitos, ya que no disminuyen el riesgo de caídas ni mejoran los problemas de conductas y, además, se pueden evitar sin incrementar los costes. Las personas en situación de dependencia sometidas a este tipo de sujeciones se enfrentan a una pérdida de autonomía, dignidad y autoestima.
Fuente: discapnet.es