"Un largo y gélido adiós a la vida", de esta forma define el Alzheimer Guillem Ramón, presidente de Afam, la asociación de familiares de enfermos de Mallorca. "No se trata de algo fulminante, pero hay que hacerse a la idea de que es como aquella hoja de lechuga que se va quedando mustia y que pronto no recordaremos cual era su forma ni su color original". Así de claro se expresa Ramon para ilustrar ese combate contra el olvido que libran más de 10.000 mallorquines junto con sus familiares cuidadores.
Afam trabaja desde 1994 para mejorar las condiciones de vida de las personas diagnosticadas y, por otra parte, para orientar a los llamados enfermos ocultos, que son aquellas personas cercanas al enfermo que se encargan de atenderle. "Porque hay que entender que hay casos de cuidadores que pasan a dedicar todo su tiempo al enfermo, dejando su trabajo, sus amistades y todo lo que les rodeaba hasta la fecha", apunta el presidente.
Precisamente, una de las grandes reivindicaciones de los colectivos de alzhéimer a las instituciones –Afam pertenece a la federación balear, FAIB, y a la confederación nacional, CEAFA– es una mayor atención a ese entorno del enfermo, además de una mayor inversión en investigación. Ramón señala que Balears está a la cola en ayuda a las familias.
Pero ese largo y gélido camino que vaticina el presidente de Afam no supone un mensaje pesimista para los miembros de la asociación, que siguen trabajando con ímpetu para sensibilizar a la población de la enorme importancia del diagnóstico precoz para comenzar a realizar actividades con los afectados. Una de las responsables de la entidad, Hjassirtg Ojeda, explica que los propios neurólogos de los centros hospitalarios destacan los efectos positivos de esas terapias.
El proyecto de actividades de Afam recibe desde sus inicios la denominación de El poder del somriure, toda una declaración de intenciones del mensaje optimista que se quiere transmitir. Ese proyecto ha recibido un año más el apoyo económico de la Obra Social Sa Nostra para su puesta en funcionamiento.
Hjassirtg Ojeda cuenta que las actividades combinan las terapias de estimulación cognitiva para pacientes y grupos de ayuda mutua, con talleres de asistencia psicológica a cuidadores y familias afectadas. Las sesiones se dividen en los servicios de terapia cognitiva y psicomotricidad –dirigidos a las personas en primera etapa para ralentizar el proceso y mantener las capacidades el máximo posible–, servicio de fisioterapia, área de podología y el departamento de ayudas técnicas (ortopedias en préstamo para los socios).
Afam comenzó su andadura hace 17 años por el impulso de 22 familias. Ahora cuenta con cerca de 600 socios, un equipo de 6 profesionales que atienden en su sede social (calle Rector Petro de Palma), un despacho en Son Espases y un equipo de voluntarios que permiten hacer el seguimiento de muchos casos y llevar a cabo acciones de divulgación.
Fuente: diariodemallorca.es
