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Alarmante el progreso del Alzheimer en Puerto Rico

La enfermedad de Alzheimer es un asunto grave de salud pública que amenaza con transformarse “en uno de sus mayores problemas” del país, según el Informe de la Salud en Puerto Rico preparado por el Departamento de Salud.

Sin embargo, enfrentar la situación no ha tenido la misma celeridad con la que avanza “la epidemia”, como la clasifica el propio organismo de salubridad pública, pues apenas se empiezan a dar “algunos pasos” en esa dirección, constató la agencia Inter News Service (INS) con el propio Informe, fechado en septiembre 2015 y enviado al gobernador Alejandro García Padilla.

Aunque un comité multisectorial presentó en mayo pasado un plan de acción, en el Informe se reconoce que “todavía no ha sido publicado ni se ha tomado acción sobre muchas de las recomendaciones incluidas”.

“Es imperativo que se tome acción de inmediato”, se agregó, pues con solo establecer un comité de trabajo para monitorear el Plan, “habremos dado un primer paso importante para enfrentar lo que podría ser uno de los mayores problemas de salud pública en Puerto Rico en las próximas décadas”.

Un primer paso que no se ha dado, si bien el doctor William Torres, coordinador del Registro de Alzheimer del Departamento de Salud, indicó a la agencia INS que cuenta con un Centro para la Coordinación de Servicios para las personas con Alzheimer.

El futuro de Puerto Rico se perfila como una sociedad con una mayoría de mujeres de avanzada edad, empobrecidas, muchas con Alzheimer y sin la protección del Estado ni el cuidado médico necesario.

De la radiografía social que hace el Informe de la Salud en Puerto Rico se desprenden las desalentadoras perspectivas futuras, aparte de que a esa placa habría que añadirle el deterioro económico del país proyectado para un decenio, reducción en las pensiones, aumento en el costo de vida, disminución de servicios gubernamentales y otros.

“De las personas de 65 años o más en Puerto Rico, más del 56% son mujeres, más del 40% vive bajo el nivel de la pobreza, casi el 50% reporta por lo menos una discapacidad, 93.4% no se encuentra en la fuerza laboral, apenas 30.1% recibe ingresos de pensiones y muchos reciben muy poco dinero de su Seguro Social”.

Además, “más del 50% no está casado, lo que significa que no tiene el apoyo de un cónyuge para su cuidado o apoyo. Más del 40% tiene por lo menos una enfermedad crónica. Los casos de abuso físico, emocional y financiero cada día son más frecuentes en nuestra sociedad”.

El Informe también suena la alarma ante la incapacidad del gobierno puertorriqueño para atender la situación.


El Alzheimer es la cuarta causa de muerte en Puerto Rico, siendo las tres primeras el cáncer, las enfermedades del corazón y la diabetes.

Así como la población en Puerto Rico se redujo un 5% entre 2010 y 2014, la de 65 años o más aumentó un 13.8%, mientras que el crecimiento de los de 85 años en adelante fue de 17%.

Al citar estudios locales, el Departamento de Salud revela que “la prevalencia de demencia entre personas de 65 años o más fue de casi 12.5%”, mientras en Estados Unidos es de 11%.

En el mundo hay 44 millones de personas con el padecimiento de Alzheimer, cifra que se proyecta para 2030 en 88 millones y para 2050 habrá 132 millones.

 

Torres confirmó que “la enfermedad de Alzheimer va en aumento en Puerto Rico”, como lo evidencia que en 2013, unas 44,272 personas mayores de 35 años recibieron servicios de salud asociados con demencia.

El 90% tenía más de 65 años de edad y el restante 10% son casos de comienzo temprano de la enfermedad.

Un dato relevante en estas cifras es que el 65% son mujeres y el 35% varones.

Luego de ajustar las cifras con variantes estadísticas que precisan los casos, Salud estima “que en la actualidad (2015) hay por lo menos 60,220 casos de demencia entre los adultos mayores de 65 años en Puerto Rico”.

De contabilizarse la enfermedad desde los 35 años, estima que existen 63,317; bajo estos cálculos, sobre 46 mil tendrían Alzheimer.

A partir de los 65 años las proporciones de demencia entre mujeres y hombres se amplían en perjuicio de las féminas.

De los 75 años en adelante la prevalencia entre las mujeres es entre 31.3 por ciento y 35.7 por ciento mayor que en los hombres.

La prevalencia de la enfermedad en mujeres se comporta similar en otros países, y estudios apuntan a factores biológicos, genéticos, vivir más, “o incluso diferencias en experiencias de vida como educación u ocupación”.

Si se considera únicamente a la Enfermedad de Alzheimer, su prevalencia en mujeres, comparada con hombres, es aún mayor, alcanzando una diferencia de 46 por ciento a partir de los 85 años.

Los problemas de demencia se clasifican, en orden de prevalencia, en Alzheimer; demencia no específica o demencia senil; deterioro cognoscitivo leve (DCL); demencia vascular; demencia con cuerpos de Lewy; demencia fronto-temporal, y demencia asociada al uso de drogas o alcohol.

La epidemia implica no solamente un costo emocional ante el destino inevitable del paciente, sino el alto costo económico, difícil de sufragar.

El primer costo es la salida de la fuerza trabajadora de hasta dos de sus familiares-cuidadores. La reducción de sus ingresos suele ser un serio golpe a la calidad de vida de todos en la familia.

“Esta es una enfermedad cara y no todos los gastos son cubiertos por los seguros de salud. Especialmente afectados por la carencia de financiamiento se encuentra el cuidado, cuando una persona necesita ser institucionalizada en un hogar de larga duración”, señaló Torres.

Los costos de este problema en el mundo se estiman en 604 billones de dólares.

En Estados Unidos los gastos médicos ascienden a 226 billones; Puerto Rico no ha hecho su cálculo.

Fuente: univision.com

Con la colaboración de