Desde los 20 años, Ana sospechaba que tenía Alzheimer genético. Los médicos no se lo podían creer. Ahora tiene 44, apenas encuentra las palabras y no puede valerse por sí misma. Sus hijos tienen un 50% de posibilidades de desarrollar la enfermedad.
Tener Alzheimer a los 27 años. Caprichosa paradoja del destino que golpea justo a una edad en la que todo está por hacer y cuando casi cualquier proyecto de vida es posible. Así sería si no fuera por el varapalo de un diagnóstico completamente inesperado que aparece como una bomba y sin posibilidad de desactivarla. Tan confirmado que el caso ha sido publicado en la revista científica Journal of Alzheimer's Disease, probablemente por ser el más precoz detectado hasta la fecha. Corresponde a una mujer, paciente del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla (Cantabria).
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