Cesta de la compra

{{#if has_items}}
{{#each line_items}}
{{ full_title }}
{{ quantity }}
{{{ subtotal_human }}}
{{/each}}
Subtotal {{{ subtotal_human }}}
{{#if coupon_name}}
Cupón de descuento {{ coupon_name }} - {{{ coupon_discount_human }}} x
{{/if}} {{#if donation}}
Donación {{{ donation_human }}}
{{/if}}
{{#if shipping_handling_left_for_free}}
(Te quedan {{{ shipping_handling_left_for_free }}} para que el envío sea gratis)
{{/if}}
{{#if tx_okstock}} Envíos en 72h. {{/if}} {{#if delivery_date}} El pedido te llegará el {{ delivery_date_human }} {{/if}}
Total {{{ total_ceafa }}}
{{else}}
Actualmente no tienes nada en la cesta de la compra. Ir a la tienda.
{{/if}}

Alzhéimer: Un comisión pide en el Senado medidas para frenar la desaparición de ancianos

Fidentino Reyero era un hombre al que le gustaba caminar. A sus 79 años, salió el miércoles 4 de septiembre a dar el paseo de rigor por su pueblo, Moguer (Huelva), pero aquella vez no regresó. "No sé dónde estoy. Veo el mar", fue lo último que le escucharon decir su mujer y su hijo cuando lo llamaron por teléfono para tratar de averiguar donde se encontraba. Reyero tenía Alzhéimer y su mente ya no era tan clara como antes. A veces se desorientaba, pero aún no llevaba un dispositivo de localización porque la enfermedad no estaba muy avanzada. Sus familiares confiaban en que su costumbre de no ir más allá de las calles adyacentes a su casa evitarían una desgracia. Sin embargo, el 12 de este mes -poco más de una semana después de su desaparición- fue hallado muerto en su propia localidad.

El Instituto de Medicina Legal de Huelva resolvió que la muerte de Fidentino se debió a causas naturales. La falta de ingesta de alimentos durante horas y las altas temperaturas registradas el día en que desapareció aceleraron su fallecimiento, que se produjo entre las 24 y 48 primeras horas que estuvo en paradero desconocido. El agotamiento pudo con este anciano. Su familia, entre tanto, luchaba contrarreloj para conseguir que el juez diera la autorización para pedir a la compañía telefónica su última ubicación. Efectivos de la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, Guardería Rural, familia y vecinos se volcaron en su búsqueda, pero la orden para obtener la geolocalización de su móvil no llegó a tiempo.

Como él, son muchos los ancianos que desaparecen cada año. SOS Desaparecidos alerta del aumento de casos en el ultimo año. "Es muy difícil dar un dato concreto porque no tenemos cifras oficiales, pero calculamos que desaparecen unas 2.500 personas con Alzhéimer al año y, en estos últimos años, las cifras se han duplicado", apuntaJoaquín Amills, presidente de la asociación.

Sólo en la Comunidad de Madrid hay 80.000 personas que padecen Alzhéimer u otros tipos de demencia. La capital es, sin duda, una ciudad difícil para mantener la brújula fija. Quizás por eso, en 2011, desaparecieron tres ancianos en poco más de un mes. "Ocurre con frecuencia, sobre todo en verano, cuando la gente sale más a la calle", explicaba entonces María Jesús Morala, portavoz de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer (AFAL contigo).

En 2011, Madrid anotó la desaparición de tres ancianos en poco más de un mes

Las familias de los mayores que sufren pérdidas de memoria se resisten a asumir la situación y han pedido en varias ocasiones que se tomen medidas preventivas. "Es un problema que afecta a muchas familias, por eso pedimos un censo que controle el número de enfermos con exactitud, dónde se inscriba a los desaparecidos y a los que aparezcan sin vida. Si lo tuviéramos nos llevaríamos una triste noticia", reclama Morala. La portavoz de AFAL contigo considera que los números pueden concienciar al Gobierno del problema.

Una comisión especial para frenar las estadísticas

Un centenar de cuerpos permanecen almacenados en los Institutos de Medicina Legal de España pendientes de ser identificados, según aseguró el director general de Relaciones con la Administración de Justicia, Ricardo Gonzalo en junio de este año. No todos son ancianos, pero el monto es más que suficiente como para obligar a los ministerios de Justicia e Interior a establecer herramientas útiles que permitan su identificación.

El Senado, por su parte, creó una Comisión Especial para el estudio de la problemática de las personas desaparecidas sin causa que ha presentado un documento en la Cámara Alta para que sirva de guía al Gobierno para mejorar los procedimientos de búsqueda de estas personas y de atención a sus familiares. "Los protocolos tienen que ser inmediatos en el mundo de la demencia. No podemos esperar 24 horas para movilizarnos porque, en ese tiempo, el anciano puede llegar a Portugal, incluso", expuso Koldo Aulestia, Presidente de laConfederacion Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (CEAFA) durante su comparecencia el pasado 9 de septiembre en el Senado para la presentación de dicho informe.

Koldo Aulestia, de CEAFA: "Los protocolos tienen que ser inmediatos en el mundo de la demencia. No podemos esperar 24 horas para movilizarnos"

"En España no existe un registro de las casos de enfermos con Alzheimer. En California (Estados Unidos) hay una base de datos donde el cuidador o la familia puede registrar, si lo desea, información del enfermo, incluyendo una foto. Muchos otros países ya lo están implantando. Así, la policía puede consultarlo cuando encuentra una persona que vagabundea e identificarlo", indica el doctor Jacques Selmès de laFuncación Alzhéimer España (Alzfae).

Los familiares de los mayores con demencias reclaman métodos como ese. "Necesitamos unos procedimientos para la búsqueda y localización, canales de información, programas de formación y difundir a la sociedad unos protocolos específicos para este colectivo, al que debemos que considerar de alto riesgo. Tenemos que conseguir un censo fiable de personas afectadas, compartirlo entre los distintos estamentos y flexibilizar la Ley de Protección de Datos, que a veces nos impide esa trasmisión de referencias. Sin eso, es imposible coordinar urgente y efectivamente a los distintos cuerpos de seguridad", añadió Aulestia ante el Congreso en un resumen detallado de sus peticiones.

Los programas de preveción salvan vidas

Según la Policía, sólo el 3% de las denuncias presentadas por desaparición corresponden a personas mayores de 65 años. Si a esto sumamos que los datos de CEAFA indican que al 10% de personas mayores de 65 años sufren la enfermedad de Alzheimer, sólo hay que hacer las cuentas. "Esta prevalencia nos tiene que llevar a pensar que, como cada vez las espectativas de vida son mayores, la incidencia de la enfermedad crecerá y los casos, también", resume Aulestia.

Los expertos recomiendan que los ancianos que sufren el mal de Alzhéimer deben ir identificados y con el número de teléfono de algún familiar. También es recomendable que lleven algún localizador para evitar problemas en el caso de que pierdan su identificación. Esta tecnología es eficaz, pero en ocasiones no está al alcance de todos los bolsillos, ni tampoco la atención constante que requieren los ancianos.

"Estamos viendo un incremento de personas mayores que desaparecen. Este repunte coincide con un recorte en dependencia. Están cerrando centros de dia y las ayudas adelgazan", denuncias Amills, de SOS Desaparecidos. "Hoy en día, ya hay tecnología disponible para que los mayores puedan estar localizables por GPS, pero no es accesible económicamente para muchas familias. El Gobierno debería plantearse que es un deber de Estado que la parte de la población más vulnerable sea protegida y, por lo tanto, deberían financiar estos dispositivos", añade.

Las redes sociales son útiles y a veces también ayudan a salvar vidas. La asociación Alzhéimer Universal informó en mayo por medio de su plataforma en Facebook de la desaparición en Valladolid de Avelina Blanco, una mujer de 80 años. En cuestión de horas, y gracias a un retuit del diario El Norte de Castilla, tres usuarias encontraron a la anciana.

Fuente: Zoom News

Con la colaboración de