Acaba de obtener las cuatro estrellas en compromiso social, un certificado de excelencia externo del que ahora únicamente gozaba en toda España Cogami, una entidad gallega de integración de personas con discapacidad, y que desde ahora luce también la Asociación de Familiares y Amigos de Alzheimer (AFA) de Zamora. Junto a ese reconocimiento externo a AFA Zamora le acaba de llegar también otra certificación externa de calidad, al lograr pasar de los 200 a los 300+ puntos en el sello de calidad EFQM.
Como explica el director gerente de AFA Zamora, Manuel Figueruelo, «hemos subido un peldaño más» en la escalera hacia la excelencia en la atención que se presta a los enfermos de alzhéimer en las instalaciones de la asociación.
Estos dos avales externos a la calidad en la atención le llegan a AFA cuando está a punto de celebrar su vigésimo aniversario. Fue hace veinte años cuando se constituyó sin apenas recursos, medios, ni profesionales, una asociación que ha sabido crecer para mejorar la atención a los afectados por el alzhéimer y otras demencias.
Un hito en su historia fue la apertura, en 2004, de un centro de día que da un respiro a los familiares y sirve para atender durante unas horas a los enfermos. Desde entonces han pasado por las instalaciones más de 380 pacientes y, en la actualidad, están ocupadas 56 de las 60 plazas, que se suman a otras trece atenciones en Toro.
En esta localidad pretenden abrir un centro residencial que ofrezca una atención «a la carta» a sus usuarios, y que permita tanto estancias prolongadas como puntuales y que funcione además como centro de respiro familiar. De hecho, los familiares son también parte importante de la atención que presta AFA Zamora y a ellos están dirigidos diferentes servicios, como los grupos de autoayuda, algunas terapias o la asesoría social que ayuda a tramitar ayudas a la dependencia y a resolver todo el papeleo burocrático de incapacidad y otras cuestiones.
Adela Ramos es una de las más de cien personas que son familiares de enfermos y reciben ayuda de la asociación. Desde hace casi cuatro años su marido es usuario del centro de día de Zamora, donde asegura que están muy bien atendido y del que destaca la calidad humana y la profesionalidad. Ella es la primera que nota la mejoría de su marido, ya que además de retrasar la evolución de la enfermedad, el centro le ayuda a estabilizarse y calmarse.
«Cuando hay tres días seguidos de fiesta en los que no abre el centro, el último no hay quien le aguante», explica este familiar. Por su parte, Ignacio Pérez, que es voluntario en el Centro de Alzheimer de Zamora desde hace tres años, certifica también la calidad en la atención que presta la asociación al voluntariado.
«Aquí es muy fácil ser voluntario», confiesa. Su labor, pagada con la satisfacción de ayudar a los demás, no es fija y va desde reparar una silla hasta acompañar a los usuarios en visitas guiadas a la ciudad o al campo.
Programa de voluntariado
En AFA Zamora cuentan con un programa de voluntariado desde el que informan, forman y asesoran a quienes donan su tiempo en favor de los demás. En él, al igual que el resto de áreas de actividad, la asociación realiza evaluaciones continuas y estudia en qué puede mejorar.
A ello añade la introducción de nuevos servicios o programas, como una sala multisensorial o el programa de estimulación cognitiva «Un, dos, tres... A recordar otra vez». En algunos casos, estos programas se ponen en marcha con fondos propios sin esperar a ver si hay financiación pública para ellos, porque «queremos hacerlo lo mejor posible, por eso sometemos también a revisión y mejora continua todos nuestros servicios», concluye Manuel Figueruelo.
Fuente: abc.es