Andrés Lozano es conocido como “el neurocirujano de los casos desesperados”. Sus investigaciones sobre la estimulación cerebral a través de impulsos eléctricos y su aplicación en enfermedades como el párkinson, el alzhéimer o la depresión convierten en uno de los investigadores más reconocidos del mundo en este campo. Él sostiene que aún se está lejos de lograr una cura para el Alzheimer.
“Estabilizar la enfermedad de Alzheimer en un enfermo no es una cura, pero es una victoria. Hemos operado ya a 42 pacientes con alzhéimer y hemos constatado que es una técnica segura. Durante la intervención, los pacientes están despiertos y cuando estimulamos el cerebro, éstos tienen recuerdos de su niñez. Hemos visto que en al menos en la mitad de los pacientes hay una mejoría de la memoria y en algunos casos la enfermedad se ha frenado. Esto es una gran victoria en el tratamiento de una enfermedad que siempre va a peor. No obstante, aún hay muchas preguntas por resolver. Me gustaría colaborar con otros países para poder tener más pacientes y avanzar más rápido” comenta el neurocirujano en una entrevista.
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