Hace frío, parece que ya se decide a llover y la humedad me está dejando los huesos como cubitos de hielo. Pero lejos de quedarme en casa, enrollada hasta volverme inmóvil en mi manta y repantigada en el sofá, decido ponerme en marcha y darle color a mis mejillas.
Me marcho a Mar de Bamboo, en el puerto de Valencia, para acudir a la fiesta 'Ángeles Unidos' que citó a gran parte de la sociedad valenciana (acudieron más de 300 personas) para recaudar fondos a beneficio de la Federación Valenciana de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer (FEVAFA).
El 'sarao' comenzó a eso de las nueve de la noche y estuvo presentado por mi compañero Ramón Palomar, Miguel de Vicente, el músico Elías Azulay y María Olmos, presidenta de FEVAFA. «No hay vacío tan grande como la soledad ni espacio tan grande como la imaginación», esa fue una de las frases que más me gustó. La noche se alargó hasta pasadas las cuatro de la madrugada. Hubo desfiles de moda, de la mano del diseñador Paco Fortea, algunas de las mejores canciones de ayer, de hoy y de siempre (como dicen en la radiofórmula) y muchas ganas de colaborar y pasarlo bien. El propio Azulay y el grupo El Alto fueron los organizadores de esta cita que, con 'Aires de fiesta', como diríaKarina, llenó la noche de magia.
El catering fue de El Alto y además de comer y beber también se pudo bailar y cantar. Primero a ritmo de la Banda del Pop, formada por músicos de grupos valencianos de la movida como Los Inhumanos, Comité Cisne y Revólver, que nos recordaron temazos de Alaska y Los Pegamoides o el tarareado tema 'Insurrección', de Manolo García y Miguel Ríos. Pero sin duda, una de las canciones más aplaudidas y emotivas (con lagrimita incluida) fue 'Ángeles caídos del cielo', un tema que habla del Alzheimer y que interpretó, también en directo, la banda Ángeles Unidos, formada por el propio Elías Azulay a la guitarra; los cantantes Javier Escrig, Dai Berenguer, Suco y Flora Illueca; el batería Copi y el guitarrista Vicente Feijóo.
Fue una cita divertida, en la que se reunió una gran representación de la sociedad valenciana con ganas de ayudar. Fueron muchos, pero por falta de espacio nombraré sólo a algunos de ellos: el diseñador Francis Montesinos; los empresarios Manuel Igual, Ignacio Sanchis, Carlos Virosque y su esposa Patricia Casañ, Sele Villanueva y su mujer Leticia, Amparo Gil y Sofía Casas; el médico Juan Casanova, muy solidario -cada año se traslada a Centroamérica un mes para atender a enfermos gratuitamente-; José Osuna, presidente de Club UNESCO Alterite, y su mujer; José Mauri, presidente de la asociación de protésicos dentales de la Comunitat; la abogadaCristina Aleixandre, el cirujano plástico Alejandro Sanchis-Cardona. y un sinfín de solidarios más.
Fuente: lasprovincias.es