Hay noticias de la ciencia que te dejan con la ceja un poco alzada y el “¿cómo?” de incredulidad a punto de salir de la boca ¿es esta de ese tipo? Nos lo puedes contar en los comentarios, pero la realidad es que un estudio publicado en la revista Journal of Alzheimer’s Disease sugiere que aun antes de ser evidente el deterioro de la memoria u otros procesos cognitivos en las personas con alzhéimer, ya los huesos está recibiendo el impacto de la enfermedad.
La investigación se realizó en animales de experimentación modelos de enfermedad de Alzheimer, con lo cual los resultados son solo un punto de partida sobre el que seguir indagando. Las implicaciones para los enfermos revisten especial importancia; las fracturas de huesos son comunes en las personas con alzhéimer y una causa frecuente de pérdida de la movilidad que, a la larga, lleva a otros males: escaras, neumonías y disminución de la esperanza de vida.
La osteoporosis es muy común en las personas con alzhéimer, pero ¿puede ser por el alzhéimer?
Los investigadores explican que entre las personas con alzhéimer las tasas de reducción de densidad mineral ósea y su secuela más conocida, la osteoporosis, son más elevadas que en otros grupos de la población. Esto es así incluso en fases muy tempranas de la enfermedad, cuando los problemas con la memoria, la atención o el lenguaje no son muy significativos.
Pero la pregunta que siempre arrojan estos datos es: ¿se debe a la enfermedad o a otros factores? Para empezar a lanzar algunas respuestas (o más bien abrir nuevas interrogantes) los investigadores estudiaron a ratones modelos de enfermedad de Alzheimer desde etapas muy tempranas, cuando aún el deterioro en el cerebro no era muy marcado.
Encontraron que la densidad mineral ósea estaba reducida en estos animales y que, además, también se había producido degeneración en algunas células cerebrales encargadas de la producción de serotonina, un químico cerebral que interviene en multitud de procesos como el sueño o el estado de ánimo.
Los autores del estudio hipotetizan, y hacemos énfasis en lo de hipótesis, que la pérdida ósea es un componente más de los cambios que ocasiona el alzhéimer aun antes de provocar demencia. Se sabe que el alzhéimer se desarrolla durante décadas en nuestro organismo sin que lo notemos, provocando cambios que generalmente comienzan a ser evidentes durante lo que se ha dado en llamar fase de deterioro cognitivo leve, etapa de la que puedes encontrar más detalles en el link anterior.
Fuente: TiTi