Pensar en alzhéimer es pensar en ausencia de memoria, de capacidades, de conscienciaeX03 Pero hasta llegar a ese estado, el paciente pasa por otras fases en las que sí entiende la enfermedad que padece. Y eso le provoca sufrimiento. Cuando empieza a tener despistes, a no recordar personas o a desorientarse, «ellos no solamente sufren, sino que además te hacen partícipes de ese sufrimiento», explica Gloria Domínguez, hija de una enferma con alzhéimer.
En este Día Internacional del alzhéimer, visitamos la Fundación Vianorte-Laguna junto a familiares y terapeutas para mostrar la mejor forma de asistir a estos enfermos, con terapias como actividades de cocina, huerto o musicoterapia.
Como punto de partida, Gema Mejuto, neuropsicóloga, expone «la necesidad de que haya más investigación» y se destinen más fondos a la misma. Aún no hay cura para el alzhéimer, pero sí existen terapias y fármacos que ralentizan su aparición. Las relacionadas con la cotidianidad, como los talleres de cocina que mostramos en el vídeo, son muy importantes en las primeras fases de la enfermedad, puesto que les ayuda a mantener activas capacidades relacionadas con la memoria a largo plazo, que es la última que pierden.
Los familiares deben priorizar el autocuidado para ganar capacidad de ayudaEn la vida de un enfermo de alzhéimer es fundamental el papel del cuidador o familiar encargado de atenderlo. Su primera tarea, según la doctora Mejuto, es hacer «los seguimientos médicos y neuropsicológicos» oportunos, junto a los cuidados diarios en el domicilio o en la residencia, pero hace hincapié en otra función imprescindible: el autocuidado. Pone como ejemplo la necesidad de que se tomen vacaciones y alguien les releve en la atención al paciente porque, a pesar de la sensación de abandono que puedan percibir, «ganan capacidad y mejora en el cuidado».
En este vídeo les desvelamos las claves de una buena atención al enfermo. Ellos también toman la palabra.
Fuente: abc.es