«Viendo la realidad que había en la comarca de Las Merindades de familias afectadas sin recursos específicos de atención decidieron crear en julio de hace 17 años la Asociación de Familiares de Alzheimer Merindades», recuerda la coordinadora de Afamer, María Isabel López Pérez.
El objetivo de la asociación era, y es, del de atender a los afectados pero también a sus familias. «Al principio se acercaron pocos, comenzamos con un taller de unidad de respiro con ocho usuarios y un servicio de atención a domicilio», recuerda López. Desde ahí se ha ido creciendo hasta atender en todo este tiempo a 200 pacientes y sus familias.
El entorno rural cada vez está más envejecido pero su red asistencial no es comparable a la de zonas urbanas. Esto es lo que vieron en el año 2000 el párroco de Villarcayo y los responsables del Centro de Atención Social (CEAS) de la localidad. El envejecimiento de la población había traído con más frecuencia una enfermedad, el Alzheimer y otras demencias relacionadas con la edad avanzada.
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