La incidencia de la enfermedad del Alzheimer ha ido aumentando en todo el mundo con el paso de los años hasta llegar a cifras bastante alarmantes. En concreto, en Canarias esta demencia ya afecta al 10% de la población mayor de 65 años, es decir a unas 30.000 personas. Además, esta enfermedad se manifiesta en el 50% de personas mayores de 80 años. Así lo manifestaron en rueda de prensa celebrada en el Colegio de Médicos, la Presidenta de Alzheimer Canarias, Modesta Gil, y el neurólogo especialista en demencias, Juan Rafael García, quienes mostraron su preocupación por la enorme prevalencia que ha alcanzado esta enfermedad que a nivel nacional afecta ya a 800.000 personas.
Ambos ponentes insistieron en la falta de recursos que existen en Canarias para atender a estos enfermos, como por ejemplo la falta de consultas de demencia y centros de día, la escasa coordinación existente entre Atención Primaria y los servicios de Neurología de los hospitales, y la carencia de un banco de cerebros que permita mejorar la investigación sobre el Alzheimer.
Además, Modesta Gil criticó la escasa aportación económica que hace el Gobierno de Canarias en este sentido, ya que únicamente aporta a las asociaciones del 30% de su presupuesto anual para atender y cuidar a estos enfermos. “El Gobierno subvenciona aproximadamente con unos 300.000 euros, el resto tenemos que buscarlo las asociaciones de donde sea”, apuntó.
Es innegable que las personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer u otro tipo de demencias disfrutan en la actualidad de unas condiciones de atención mucho mejores que hace apenas 20 ó 25 años (Ley de la Dependencia), lo cierto es que la dimensión tanto de la enfermedad como de sus efectos o consecuencias exige poner encima de la mesa un planteamiento integrador de abordaje específico, lo cual debería venir establecido en el marco de una Política de Estado de Alzheimer, tal como lo han hecho ya otros países de nuestro entorno más próximo.
En este sentido, la Confederación Española de Familiares y Enfermos del Alzheimer (CEAFA), de la que forma parte Alzheimer Canarias y otras Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias y a más de 200.000 familias vinculadas, quiso manifestar no sólo su interés en participar en todos los pasos de elaboración de la Política de Estado de Alzheimer, sino que se siente plenamente autorizada para recomendar las principales características que la deben inspirar. Desde un punto de vista global, la Política debería responder a los siguientes criterios irrenunciables:
En la concepción y definición de la Política ha de tenerse como eje central de las reflexiones a la persona afectada por la enfermedad de Alzheimer así como a su familia cuidadora. Es la persona la que sufre y, por tanto, quien debe ser objeto de atención y, de la misma manera, inspirar absolutamente todos los pasos que hayan de darse para mejorar su calidad de vida.
Por lo tanto, es prioritario no sólo conocer, sino analizar en profundidad cuáles son las principales necesidades de la persona afectada, saber qué es lo que necesita, las dificultades que ha de afrontar para satisfacer sus carencias… Sólo de esta manera se podrá definir un marco de apoyo no ya adecuado, sino, fundamentalmente efectivo y eficaz, adaptado a la situación que se necesita corregir.
Fuente: infonortedigital.es