La constatación de que las estrecheces económicas del Ayuntamiento, la Generalitat y la UJI impedirán empezar a rehabilitar el antiguo edificio de Hacienda antes del 2014 ha forzado al alcalde de Castellón, Alfonso Bataller, a priorizar ahora la implantación de las dos primeras unidades de atención a enfermos de alzhéimer en el distrito marítimo del Grao y en la antigua comisaría de policía de la ronda Magdalena. Por ese orden de urgencia, según desveló ayer a Mediterráneo el primer edil. “En el Grao tengo especial interés en destinar a ese proyecto la aduana y la antigua comandancia de Marina, ojalá logremos la cesión por parte del Gobierno central”, señaló.
No lo tendrá nada fácil. El anterior Ejecutivo socialista se mostró contrario a entregar el viejo edificio para ampliar allí el Museo del Mar y el Gobierno de Rajoy ha sido igual de reacio.
En el caso de la antigua comisaría de policía, Bataller fió la materialización de la unidad de respiro a la firma de un convenio de cesión de instalaciones con la Diputación, titular del inmueble.
Bataller recordó que la apertura de las dos primeras unidades de barrio están condicionadas a que la Generalitat “apruebe el correspondiente concierto”.
El primer edil ya abordó estas dos nuevas opciones en la reciente reunión que mantuvo con el presidente de la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (AFA), Emilio Marmaneu.
El objetivo de AFA es abrir la primera unidad en la recta final de esta legislatura y, de esa manera, compensar el cierre del centro de día La Pineda. “Creo que en este asunto todos tenemos un compromiso moral”, afirmó.
Fuente: elperiodicomediterraneo.com
