Un ejemplo fácil de alimentos nutracéuticos son los probióticos: hidratos de carbono complejos, no digeribles y presentes en los alimentos. Es el caso de los fructanos, que disminuyen el riesgo de infección intestinal. Los encontramos en cebollas, puerros, patatas, espárragos, ajos, alcachofas, achicoria, etc. Estos alimentos estimulan la flora intestinal para absorber el calcio, reducen los lípidos sanguíneos y alejan un posible cáncer de colon.
Otro ejemplo son los compuestos fenólicos, que son antioxidantes y previenen de enfermedades cardiovasculares. Compuestos fenólicos como los ácidos grasos Omega-3 desarrollan el sistema nervioso y previenen de infartos. Hay bebidas a base de compuestos como los polifenoles y extractos de uvas rojas, con trans-resveratrol, que mantienen la presión sanguínea en niveles normales.
Por otro lado, la vitamina k2, natural (Menaquinona 7), extrae de los vasos sanguíneos el exceso de calcio, por lo que procede de un extracto de fermentación. En su obtención se utiliza el bacilo licheniformis. El derivado de la vitamina K2, ActivK N, es una mezcla de soja fermentada y vitamina K2 purificada. Esta vitamina la podemos encontrar en productos lácteos, como la leche desnatada, que disminuyen el alto nivel de presión sanguínea con un consumo diario de sólo 2 vasos. De todos modos, el consumo de leche desnatada no está asociado a la prevención de enfermedaes coronarias, infartos y mortalidad. Otro alimento en el que se hayan estas vitaminas son las almendras: con un consumo de 30 gramos al día, disminuyen la incidencia de enfermedades coronarias.
Los flavonoides de cacao, presentes en el chocolate oscuro, son otro ejemplo de nutracéuticos. Mantienen la elasticidad de los vasos sanguíneos y la correcta circulación de la sangre si se ingieren al menos 200 gramos al día. Las almendras también son cardiosaludables.
Un caso más de alimento nutracéutico son los fitoesteroles, que disminuyen la presión sanguínea. Las lipoproteínas de baja densidad (LBD) disminuyen el nivel de colesterol ya que inhiben su absorción intestinal. Los ácidos grasos Omega 3 fomentan la salud cardíaca, pues disminuyen el riesgo de arritmias, bajan el nivel de triglicéridos y ayudan a disminuir la presión sanguínea. En este sentido, la OMS recomienda la ingestión de alimentos que contengan ácido alfa linoleico, ácido eicosapantenoico y ácido docosaexanoico (DHA) C22H32O2.
El aceite, gran fuerte de nutracéuticos
El compuesto químico docosahexaenoico (DHA) es un ácido graso esencial poliinsaturado de la serie Omega 3. Se trata de un ácido carboxílico que se encuentra en el aceite de pescado y en algunas algas. La mayor parte del DHA hayado en peces con acceso a comida marina tiene su origen en microalgas heterotróficas fotosintéticas. El DHA se comercializa en el aceite de algas unicelulares Crypthecodinium cohnii. Aunque no está demostrado científicamente, el DHA también puede evitar el deterioro que causa el Alzheimer. La dosis diaria recomendada por la OMS de DHA es de 220 mg/día. El DHA lo podemos encontrar en peces de agua fría: salmón, arenque o anchoa.
En esta línea, en junio de 2014 la empresa estadounidense Cargill introdujo IngreVita, una combinación de aceite oleico de canela, aceite de pescado y antioxidantes: un aceite fácil de conservar. Cargill también produce otros aceites de pescado como ‘Life's OMEGA60’, sin gusto de pescado. Este aceite es vegetariano, obtenido de algas, y puede servir como alimento infantil. En Alemania, la compañía BASF comercializa ‘Cardio-Pack’, con un mínimo de 150 mg de Eicosapentanoico (EPA) y DHA por paquete. BASF también ofrece el aceite ‘Vitality Swirl Omega 3’, que contiene 1.600 mg de EPA y DHA.
Hidroxytyrosol es un antioxidante que impide que los lípidos de la sangre se oxiden. En 2012, la European Food Safety Authority (EFSA) autorizó la mezcla de aceite de oliva con hidroxytyrosol, dando como resultado el denominado Olive Fruit Polyphenol. Este es un extracto de polifenoles de oliva para bebidas que contiene entre un 10 y un 25% de hidroxytyrosol. El hytolive es otro ingrediente donde pueden encontrarse polifenoles de oliva. También es posible hayar hidroxytyrosol en las cerezas, que aportan beneficios para los vasos sanguíneos en los niveles de presión sistólica y diastólica. También son altamente recomendadas para mujeres con síntomas de postmenopausia.
Los beta glucanos
Las levaduras, consideradas hongos medicinales, son derivados de beta glucanos notables por su capacidad para modular el sistema inmunitario. Los beta glucanos insolubles tienen mayor capacidad biológica que sus homólogos solubles. Son polisacáridos de monómeros D-Glucosa y normalmente se presentan como celulosa en las plantas, en el salvado de los granos de cereales, en la pared celular de la levadura del panadero o en algunos hongos, setas y bacterias. Los beta glucanos son útiles en la nutrición humana como agentes de textura y como suplementos de fibra soluble, pero son un problema en la elaboración de la cerveza. Así, por ejemplo, la estructura tridimensional de la celulosa es un beta-1,4 glucano: una larga cadena de moléculas D-glucosa unidas unas a otras, una y otra vez, en la posición beta 1,4.
Algunos investigadores han sugerido que es la ubicación y la longitud de la cadena lateral, en lugar de la columna vertebral de beta glucanos, lo que determina su actividad en el sistema inmune. Por ejemplo, la pared celular de la levadura Saccharomyces cerevisiae es una gran fuente de beta 1,3 D-glucano. Pero estos glucanos también son extraídos de los salvados de algunos granos, como la avena y cebada, y en un grado menor en el centeno y el trigo. La versión beta 1,3 D-glucano de la levadura es a menudo insoluble. Los beta glucanos son conocidos como modificadores de respuesta biológica por su capacidad de activar el sistema inmunitario.
Algunos fármacos empujan al sistema inmunitario a una estimulación excesiva, contraindicada en individuos con enfermedades autoinmunes o con infecciones por hongos. Los beta glucanos de alto peso molecular hacen funcionar el sistema inmunitario mejor, sin llegar a ser demasiado activos. Los beta glucanos también ayudan a normalizar los elevados niveles de colesterol LDL y bajan los niveles de glucosa en sangre humana después de las comidas, ayudan en la cicatrización de heridas y son un adyuvante en el tratamiento del cáncer. Este efecto se ha observado en pacientes con sobrepeso, con o sin diabetes tipo 2.
Los beta glucanos como el lentinano (derivado del hongo Shiitake) y el polisacárido