Información y prevención son las claves en los procesos de capacidad de las personas y la mejor forma de proteger al incapaz, explicó ayer Ángel Luis Campo Izquierdo, magistrado de la Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Asturias, en el transcurso de una conferencia que protagonizó, en la sede del Ateneo Jovellanos, dentro de las jornadas sobre el derecho de familia.
"El juzgado es al último sitio al que se debe acudir, no como ahora, al que todo el mundo acude cuando hay un problema de discapacidad creyendo que se arregla todo, cuando lo primero que hay que tener es información y prevención", señaló el magistrado, que fue presentado por Laia Duart Álvarez de Cienfuegos, abogada y mediadora familiar, mientras que la presentación del acto corrió a cargo de José Martín Lanchas, médico y directivo del Ateneo Jovellanos.
Subrayó Ángel Luis Campo que "en muchas enfermedades degenerativas (como el alzhéimer), en el momento en que se detectan se debe tener toda la información sobre lo que se puede hacer para que, cuando esa discapacidad te anule totalmente tu poder de decisión, lo tengas todo perfectamente atado y no sea necesario que el juez actúe".
¿Cómo se puede hacer? Según el magistrado con "poderes preventivos, con autotutelas, con patrimonios protegidos, etcétera. Todo eso es lo que hay que hacer, mientras que el proceso judicial debe ser para proteger a la persona con discapacidad, que es la clave y sobre lo que debe girar todo".
En este sentido, el conferenciante aclaró: "No podemos hablar de incapacidades en los juzgados, en el juzgado ni ponemos ni quitamos incapacidades, lo que vamos a dictaminar es qué capacidad tiene esa persona, no vamos a poner ni quitar más de la que tiene y cada uno tiene su capacidad. Por ley una vez que somos mayores de edad todos tenemos capacidad, el problema es que por cuestiones de esa discapacidad o de esas enfermedades muchas veces no podemos actuar solos". El magistrado puso como ejemplo: "Hay mucho alzhéimer, pero para llegar a la última fase de demencia pasan muchos años, a veces, por eso la persona a la que se le diagnostica tiene que dejar bien atado lo que quiere hacer y qué persona quiere que decida por él".
Fuente: lne.es