En guardia contra el alzhéimer. Un curso que se celebra en Vilalba dos días por semana -martes y jueves, con tres horas de duración por sesión- acoge a unas 15 personas que sufren problemas de memoria. Es gente que quizá llegue a sufrir alzhéimer algún día o que lo tenga ya en una fase incipiente. Como una forma de prevenir el avance de esas enfermedad se enfocó la celebración de los cursos, que imparte personal de la Asociación de familiares de enfermos de alzhéimer de Lugo (Afalu).
Interés del Concello y necesidad de familias. Los talleres tienen como escenario una de las aulas de la planta baja del consistorio vilalbés. Antes de que se impartiese se celebraron, organizadas por la Fundación Barrié, unas jornadas para sensibilizar a la población sobre el alzhéimer. Al Concello le pareció interesante poner en marcha una iniciativa de estas características. Además elegir Vilalba supone acceder a una población amplia por la condición de la localidad como capital comarcal.
CONTENIDO
Terapias sin medicinas para estimular el cerebro. El presidente de Afalu, Valentín Calvín, explica que en las sesiones se aplican terapias en las que no se usan medicinas y técnicas que tienen en común el empleo del cerebro. Añade, a modo de ejemplo, que a una persona con alto nivel de colesterol se le puede recomendar caminar o correr para rebajarlo y que en este caso se sigue una pauta similar: «O mellor é traballar co cerebro», dice.
SITUACIÓN
Casos distintos según las personas. Todos los que asisten a las sesiones presentan, dice Calvín, un «deterioro cognitivo leve», lo que supone tener problemas de memoria «xa significativos». Pero no todos tiene el mismo grado de deterioro, cuestión que resulta imprescindible tener presente para que las terapias sean eficaces. Resolver un crucigrama, leer o retener conceptos son iniciativas útiles en estas terapias: si al cerebro se le da trabajo, se acostumbra a una mayor actividad, explica Calvín.
TAREAS
Diferentes tareas cada día. Orientación a la realidad -preguntar qué día es, por ejemplo- o estimulación cognitiva, individual al principio y grupal después, son algunas tareas. Se busca que los asistentes «non cansen», dice la terapeuta Nuria García. Los martes se abordan temas de lenguaje -el alzhéimer puede generar disminución de la capacidad de comunicación-, y los jueves, temas de cálculo. Las actividades, precisa García, se adaptan a la situación de cada uno de los asistentes.
Fuente: lavozdegalicia.es