Su trabajo callado desde un laboratorio puede indicar a los médicos qué fármaco funcionará mejor en cada paciente con depresión y está inmerso en desarrollar un sistema de detección precoz del alzhéimer.
Dio sus primeros pasos como investigador en el Instituto Cajal hace casi 15 años y en poco tiempo saltó al Instituto Karolinska de Estocolmo para jugar en la NBA de la ciencia y con la idea de no volver a España. Sus planes cambiaron cuando se le presentó una oportunidad en el Hospital 12 de Octubre de Madrid que le acercó más a su tierra, a la que regresó en 2009 con un contrato en el Meixoeiro. Hoy trabaja en el Instituto de Investigación Sanitaria (IIS) Galicia Sur, en el Álvaro Cunqueiro de Vigo.
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