Corrían los años 80 cuando Carol Jennings, una maestra que vivía en Nottingham, en el centro de Inglaterra, recibió la noticia de que su padre tenía la enfermedad de alzhéimer. Poco después, cuatro de sus tíos fueron diagnosticados con la misma enfermedad. Todos tenían entre 54 y 58 años. Carol pensó: "Algo está pasando aquí", cuenta su marido, Stuart Jennings. "Una vez es un incidente desafortunado. Dos es un poco preocupante. Pero cuatro veces es que algo está pasando".
Por esos años, el equipo de John Hardy, investigador del Departamento de Enfermedades Neurodegenerativas del Colegio Universitario de Londres (UCL), puso un aviso en la revista de la Sociedad de Alzheimer local solicitando voluntarios para estudiar la genética de la enfermedad.
Para más información: BBC