Tres de cada cuatro municipios de la provincia de Castellón tienen una tasa de envejecimiento superior a la media autonómica, con lo que, si la falta de residencias y plazas es una realidad a nivel provincial, este es un reto que hay que afrontar con urgencia en el interior. Si en el conjunto de la provincia de Castellón, una de cada cinco personas tiene más de 64 años, en las comarcas del interior la cifra se duplica, como sucede en El Alto Mijares (34,22%) y el Alt Maestrat (31,28%), según el IInstitut Valencià d’Estadística.
Un interior, además, amenazado por la despoblación donde urge más este tipo de recursos para ayudar a fijar la población y, además, crear empleo. Mientras patronal y usuarios reclaman más plazas, desde la administración se expone la gestión realizada.
Desde la Asociación Empresarial de Residencias y Servicios a Personas Dependientes de la Comunidad Valenciana (Aerte) su presidente, José María Toro, abogó por impulsar más residencias, centros de día y otros recursos para mayores en el interior. «En el mundo rural el porcentaje de personas mayores de 65 años se dispara, llegando al 40% en localidades de menos de 100 habitantes. Es el doble de la proporción sobre la población total». «Si queremos prestar una atención centrada en la persona debemos acercar los centros y servicios a los lugares donde viven mayores. Por lo tanto, es necesario desarrollar una red, no solo de centros, sino también de servicios de ayuda a domicilio, para atenderlas en su entorno más cercano», concluyó este responsable.
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