En Centroamérica, un 90% de los pacientes con enfermedad de Alzheimer se diagnostican de forma tardía, lo que provoca que el abordaje y tratamiento del padecimiento, no lleguen oportunamente. Esto motivó a investigadores y médicos especialistas de Costa Rica, a desarrollar un Plan Nacional de Alzheimer, el cual sirvió como base y sustento para el planteamiento y desarrollo de un Plan Regional.
Esta decisión se tomó en el marco del II Consenso Multidisciplinario Centroamericano de Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias Asociadas (COMCAEDA) con la intención, no solo de atender oportunamente a los pacientes, sino de disminuir costos asociados a su cuidado. De acuerdo con la Federación Mundial de Alzheimer (ADI), el cuidado informal de la persona con esta enfermedad representa entre el 42 y el 56% de los costos en países de bajo o mediano ingreso, donde existen pocos servicios de salud o de atención social, disponibles. A esto se debe sumar los costos indirectos asociados al cuidador de este paciente, donde se deben considerar padecimientos como depresión, ansiedad, hipertensión e incluso el ausentismo laboral de quienes están a cargo de estos enfermos. En total, los costos anuales de atención se estima que rondan entre los $1500 y $4500 en los países de bajo a mediano ingreso.
Todo esto motivó a la Junta Directiva y miembros de COMCAEDA a impulsar el desarrollo del Plan Regional de Alzheimer que cuenta con el respaldo de la Asociación Iberoamericana de Alzheimer (AIB) y de la Federación Mundial de Alzheimer (ADI). Este plan se enfocará en la creación de políticas gubernamentales, en la sensibilización de la población, en estudiar el impacto de la enfermedad de Alzheimer, en establecer normas y procedimientos para promover el diagnóstico temprano y tratamiento, desarrollar una política de soporte dirigida a los cuidadores, promover el acceso continuo al tratamiento farmacológico y no farmacológico del paciente y su cuidador, utilizar recursos públicos y privados existentes para la atención integral del paciente y el cuidador, definir un presupuesto de asistencia familiar, y apoyar a las Asociaciones de Cuidadores y Familiares y en la creación de Centros de Memoria. Dicho plan, se someterá a la evaluación y validación de los Gobiernos de la región, de forma que se convierta en política de atención en salud pública, en alineación con las recomendaciones de ADI y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Fuente: sienteamerica.com