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Cientos de científicos se rebelan ante la gestión del proyecto europeo del cerebro humano

  • El líder del proyecto en Suiza, Henry Markram, insta a esperar los datos
  • Los firmantes de una carta piden transparencia en el proyecto
  • El proyecto prevé crear un mapa detallado del funcionamiento del cerebro

Más de 400 científicos, muchos nombres relevantes en el campo de la neurociencia, han enviado una carta a la Comisión Europea con varias reclamaciones que piden un cambio en la gestión del macroproyecto del cerebro humano europeo, llamado en inglés Human Brain Project (HBP).

Este proyecto, que lleva nueve meses en marcha, busca crear un modelo computacional detallado del cerebro que permita a los investigadores comprender sus características y funcionamiento.

La Comisión Europea, impulsora del proyecto, ha dado un plazo diez años para conseguir resultados y una financiación prevista de mil millones de euros provenientes de la institución europea y los Estados miembros. En él participan más de 100 instituciones de 23 países y miles de científicos, de los cuales unos 80 son españoles.

Críticas a la gestión del HBP

En la carta abierta Neurofuture.eu, en la que no figuran quiénes son los impulsores, se habla de que el proyecto "ha sido controvertido y ha causado división en la comunidad europea de neurociencia desde el principio" debido a un "enfoque demasiado estrecho" y la preocupación por que no se lleguen a conseguir sus objetivos.

Por ejemplo, uno de los retos del HBP es obtener datos para facilitar el diagnóstico y el remedio para enfermedades como la migraña, la depresión, el alzheimer o el párkinson, entre otras.

La misiva también habla de la eliminación de un subproyecto -en un principio, en el HBP había 13 áreas de investigación- y de la retirada de 18 laboratorios.

Polémica por la eliminación de un grupo de investigación

Como apuntó el diario The Guardian el pasado lunes, han desatado la controversia los cambios realizados por el investigador del suizo Brain Mind Institute, EPFL, Henry Markram, co-líder del subproyecto 'Plataforma de simulación del cerebro'.

Markram, según el diario, ha apartado a los científicos cognitivos cuya tarea principal consistía en seleccionar tareas estudiadas por la neurociencia cognitiva -aprendizaje y memoria, motivación, decisión, recompensa, etc.- con el objetivo de proveer modelos a otro subproyecto.

El investigador suizo ha explicado a RTVE.es que rechazaron la propuesta concreta de un "pequeño grupo" de investigación, pero no la disciplina. Así ha asegurado que en próximas convocatorias invitarán a participar a otros laboratorios de neurociencia cognitiva.

A juicio de Markram ha habido un "gran malentendido" en torno al Proyecto del cerebro humano que achaca principalmente a un "problema de comunicación". Ha criticado que un grupo de científicos en desacuerdo con la gestión actual "representen a todos los neurocientíficos" en una carta. "En la segunda fase habrá más oportunidades en igualdad de condiciones para que otros grupos puedan presentar proyectos", ha manifestado.

Preocupaciones de los neurocientíficos

Concretamente, la carta incluye siete peticiones, como que se publiquen los procedimientos y el proceso de revisión del proyecto; una comisión científica de miembros independientes; que la CE asegure que se están aplicando criterios de excelencia científica, impacto y calidad de la ejecución, etc.

Ante la segunda fase que está cerca de empezar y que se dotará con 100 millones de euros -un 50% procedente de la UE y el otro 50% de los Estados miembros-, instan a la Comisión a "echar un cuidadoso vistazo a la parte científica y gestora del HBP antes de renovarla".

Uno de los firmantes de la carta, el investigador de IDIBAPS Albert Compte, opina que el HBP "no ha surgido de la comunidad de neurociencia pero ha acabado siendo el proyecto en el que la UE está invirtiendo más dinero".

Cree que se trata de un proyecto demasiado focalizado en obtener una simulación del cerebro: "No lo compartimos y sentimos que puede ser una amenaza a los que perseguimos distintos enfoques. Da mucho peso y relevancia a una manera de hacer ciencia y relega a las otras sin debate de la comunidad".

Sobre esta crítica, Markram ha asegurado que continuará habiendo financiación para otras líneas de investigación y ha destacado que la ingente cantidad de datos que recabará el HBP estará disponible para toda la comunidad científica.

En este sentido, el científico de la UPF y también firmante de la carta, Jordi Garcia-Ojalvo, teme que si un grupo de una institución participa en el HBP no pueda acceder otro equipo de la misma.

"La Comisión Europea no se da cuenta de que cuando hay un proyecto sobre un tema tan amplio, en cada institución puede haber varios grupos de investigación y bloquea", ha afirmado. Por su parte, Henry Markram ha instado a esperar a la siguiente fase del proyecto para que puedan concurrir más grupos, incluso de una misma universidad.

Garcia-Ojalvo no cree que el dinero de este proyecto se esté desperdiciando, pero ha manifestado que está siendo una iniciativa pública "muy confusa" y piensa que ha sido un error anunciar desde el principio objetivos relacionados con enfermedades neurodegenerativas. "Si la gente espera que curemos el alzheimer, no es muy probable que se haga con este proyecto", ha comentado.

Henry Markram ha exhortado a esperar a obtener los datos científicos y ha sentenciado: "Esto es un gran paso para la ciencia. Si no lo pruebas, no lo sabes. Es como el Proyecto Genoma Humano, que también fue criticado. Si se hubiera parado estaríamos en la oscuridad más absoluta. Si se parara el HBP sería una tragedia para Europa.

Fuente: rtve.es

Con la colaboración de