Los enfermos de alzhéimer sufren trastornos en la memoria que provoca estados de ansiedad, delirio, depresión, alucinaciones, deambulación errante, agresividad o apatía, entre otros, y por ello es muy importante la actitud del cuidador, si está en casa o del profesional, si está en un centro especializado.
La relación entre el enfermo de alzhéimer y su cuidador no siempre es fácil pues se producen situaciones complejas que deben ser tratadas "con respeto, tolerancia, empatía y una actitud positiva que minimice el estrés y aumente la confianza y el afecto", según explica la psicóloga del Centro Residencial Almudena, Olga Ocejo.
"Cada demencia es única y depende de las circunstancias, la experiencia vivida y el grado de enfermedad de cada persona, pero hay dos premisas principales para evitar el empeoramiento de las personas con trastornos en la memoria: la medicación y el minimizar los cambios en el entorno", asegura la psicóloga.
Por ello, es recomendable que estén en un mismo lugar, hogar, residencia y que los obstáculos sean mínimos, es decir, que existan los elementos básicos: la mesa, la cama, la silla..."para evitar así posibles tropiezos o golpes, ya que pierden un poco el sentido del espacio o tienden a tocarlo todo para reconocerlo, como los niños", indica la profesional.
Ejemplos concretos de conductas y cómo responder
¿Qué hacer si el pasado se convierte en presente? Ocejo recomienda no crear más confusión, no agobiar ni crear momentos de enfrentamiento, sino darle afecto, hablar con tranquilidad y explicarle de manera calmada que no está en lo cierto.
"La serenidad, evitar el conflicto, hablar con suavidad, el contacto físico y tener paciencia son también algunas de las cualidades que se le pide al cuidador cuando el enfermo presenta síntomas de ansiedad, nerviosismo o alucinaciones, por ejemplo", aclara.
En ocasiones, las personas con demencia también muestran estado de apatía o depresión y para ello, "no se debe obligar a que se animen o estén alegres, porque se sienten incomprendidos, hay que hacerles sentir útiles, importantes, hacerles partícipes de alguna actividad y felicitarles para que mejoren su autoestima", afirma Olga y añade que "no es conveniente dejarles sentados, aparcados, sino que hay que estimular la actividad física y mental, por muy pequeña que sea".
Otra de las conductas que se producen en las personas que padecen esta enfermedad es el deambular sin objeto y para ello, la psicóloga del Centro Residencial Almudena indica que es importante no ser brusco ni obligar a sentarse, sino que se le saque beneficio y se aproveche para darle un paseo o hacer un poco de ejercicio físico, por ejemplo.
En relación al ejercicio, la actividad también es aconsejable para disminuir los efectos del trastorno del sueño, al igual que proporcionar una cena ligera, tener una temperatura adecuada y seguir un protocolo todos los días, según comenta Ocejo.
Son muchos los trastornos que puede ocasionar el alzhéimer y no siempre el cuidador o persona responsable cuenta con las habilidades necesarias, pero es importante poner empeño y saber que la persona no actúa así porque quiere sino por la enfermedad que le ha cambiado la vida. Por ello hay que mantenerse positivo, con una actitud de respeto y empatía que trasmita buena energía a la persona que tenemos enfrente y que a veces siente al cuidador como una salvación porque es el rostro que ve cada día y le proporciona un equilibrio.
Fuente: lavozdehoy.com
