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Cómo afrontar la enfermedad de Alzheimer y otras demencias en tiempos de COVID-19

Hay un video circulando por ahí, en el que una señora mayor, posiblemente con alguna demencia, se niega a permanecer recluida en casa y protesta porque se siente presa. Ella interpreta todo lo que está pasando a su manera, sin entender realmente la magnitud de crisis sanitaria y social que ha generado el COVID-19. Y aunque el video puede provocar sonrisas, hay un drama que se esconde detrás. Para los familiares de enfermos de Alzheimer o pacientes con demencias, no solo está la preocupación de que su padre, su madre o su suegra forma parte del mayor grupo de riesgo, además, están padeciendo la cara más cruda de la enfermedad por el confinamiento. Se han roto sus rutinas y los brotes violentos son aún más frecuentes, y a ellos, a los pacientes de Alzheimer, no se les puede hacer razonar. Un drama que están viviendo familiares y cuidadores para los que el Estado de Alarma y el confinamiento tiene otras connotaciones negativas más allá de estar encerrados en casa.

 

Los centros de día han cerrado. Así se estipuló por parte de nuestros gobernantes al principio de esta crisis. Así que aquellas personas que conviven con un paciente y antes tenían unas horas de respiro, ahora deben sobrellevar el confinamiento intentando suplir, en la medida de lo posible, las rutinas y terapias que el enfermo de Alzheimer hacía a diario. Esto por las características propias de la enfermedad complica generalmente la convivencia y genera muchas dudas entre los familiares sobre qué deben hacer o cómo comportarse.  

Más información: Yo soy mujer

Con la colaboración de