La pérdida de memoria es muy discapacitante en varios trastornos, interfiere en las actividades diarias de las personas que los padecen y afecta profundamente a sus familiares. Justamente por eso he dedicado los últimos artículos a esta importante función. En esta oportunidad te traigo algunas recomendaciones para mejorar tus capacidades amnésicas y para retardar su declinación con la edad.
Muchos son los estudios que en este campo se han realizado. La mayoría evidencian que algunos ejercicios, medicamentos, la alimentación y el comportamiento, incluyendo los estilos de vida, pueden influir en ciertos mecanismos moleculares, ayudando a recuperar la memoria o a retardar su deterioro con el paso de los años.
Los ejercicios mentales
Los ejercicios mentales pueden ayudar a evitar el declive del pensamiento y la memoria pero las evidencias a favor de estos es débil, según publicó recientemente la revista Canadian Medical Association Journal, a partir de la revisión de 32 estudios, incluidos 3 que examinaron los efectos del ejercicio mental con programas de entrenamiento con computadoras.
La Dra. Raza Naqvi, de la división de medicina geriátrica en la Universidad de Toronto y colaboradores, animaron a los especialistas a que tengan en cuenta las herramientas de fácil acceso, tan sencillas como los rompecabezas y los Sudokus, que no han sido investigados de manera rigurosa.
Mantener la mente "ocupada y activa"
Quienes dedican tiempo a la lectura, la escritura u otras formas de procesar nueva información pierden memoria y habilidades cognitivas más lentamente con la edad. Mantenerse "cognitivamente activo" en la juventud y la madurez está asociado con un mejor rendimiento en las pruebas de memoria a los 80 años.
El Dr. Robert Wilson y su equipo, de un Centro Médico de Chicago, a partir 1997, preguntaron a unos mil 600 adultos mayores con qué frecuencia iban a una biblioteca, escribían cartas y buscaban información cuando eran niños, adultos y adultos mayores. Luego, les evaluaron la memoria y la cognición anualmente para conocer su evolución, estas se deterioraron más rápido en los de poca actividad cognitiva y más lentamente en los más activos.
Un estilo de vida cognitivamente activo es bueno para la salud cerebral en general, se recomienda optar por actividades estimulantes y desafiantes que se puedan sostener durante el envejecimiento.
El buen estado físico
Tener un buen estado físico preserva la función cognitiva y la memoria. Hace una década los investigadores eran más escépticos sobre la relación entre el ejercicio y el cerebro, pero los estudios realizados han permitido conocer que esta relación es favorable. Hoy ya se acumulan evidencias de que esta práctica ofrece protección contra la pérdida de memoria y la enfermedad de Alzheimer; los expertos han confirmado una asociación entre el ejercicio y un envejecimiento cerebral más sano.
Medio ambiente saludable
Un medio saludable, libre de sustancias tóxicas y ruidos, con espacios naturales y áreas de esparcimiento, ayuda a preservar la memoria. Vivir en una ciudad muy poblada o cerca de vías con mucho tránsito, con mala calidad del aire, genera mayor posibilidad de sufrir un accidente cerebrovascular y pérdida de memoria. El deterioro acelerado de habilidades de pensamiento y memoria se presenta más en personas que viven en áreas contaminadas y ruidosas.
La cafeína
Investigaciones publicadas en la Revista Nature Neuroscience sugieren varios beneficios de la cafeína. Un equipo liderado por Daniel Borota, de la Universidad Johns Hopkins University, en Baltimore, observó que las investigaciones realizadas no han analizado bien su impacto en la memoria a largo plazo.
Ellos analizaron 160 individuos de 18 a 30 años. En el primer día de estudio le mostraron imágenes de diferentes objetos. Inmediatamente se les dividió en dos grupos, uno recibió 200 mg de cafeína y el otro recibió un placebo. Al otro día se expuso a los participantes a las mismas imágenes y a algunas nuevas. Se les pidió que las identificaran como nuevas, viejas o similares a las originales. Los sujetos que tomaron cafeína fueron mejores para identificar imágenes en comparación con los que recibieron placebo.
Los autores consideran que la cafeína puede mejorar la consolidación de la memoria porque previene el cese de la función de la norepinefrina, que tiene efectos sobre la misma. Otros estudió señalan que su consumo altera los patrones de sueño y en bebidas energéticas puede alterar la función cardíaca.
Suplementos, vitaminas y medicamentos
Los complementos como el ginkgo, las vitaminas, la dehidroepiandrosterona y otras sustancias, no parecen ofrecer ningún beneficio. En la actualidad se están produciendo en el mundo medicamentos cuya eficacia aún no ha sido suficientemente demostrada, pero con el desarrollo de la neuropsicofarmacología han creado buenas expectativas.
Existen otras prácticas y comportamientos que minimizan los problemas de memoria, entre ellos: dormir suficiente, dieta sana, consumir alimentos como pescado, frutas y vegetales, el chocolate amargo o el té verde. También es fundamental la creación y mantenimiento de relaciones sociales, ellas estimulan los neurotransmisores relacionados con el aprendizaje y la memoria.
A pesar de las críticas que hacen algunos a las nuevas tecnologías por considerar que ellas frenan el "desarrollo mental", estas no tienen por qué ser un lastre para ejercitar la memoria, con ellas seguimos estimulando el cerebro, aunque de una forma distinta.
Como detalla el neurólogo Ricardo Allegri: "Las nuevas tecnologías cambian paradigmas. De esta manera, las formas de procesamiento que eran habituales en generaciones anteriores se alteran; es decir, si en el pasado el procesamiento de la información era más lineal, actualmente es en paralelo, por eso una persona puede mantener al mismo tiempo varias conversaciones a través de Twitter, SMS y chat sin inconvenientes".
Las redes sociales, acarrean otro tipo de consecuencias. Creo que el asunto del impacto mental de las nuevas tecnologías y las redes sociales merece un comentario aparte, en un próximo encuentro entre El Psiquiatra y tú.
Fuente: radioangulo.cu