Durante el día
Marcharse de casa y perderse es uno de los comportamientos más preocupantes en los enfermos de Alzheimer. Para evitarlo, es conveniente que el enfermo lleve una pulsera o placa identificativa donde se haya grabado: "pérdida de memoria" o "enfermedad de Alzheimer" y el nombre, número de teléfono y dirección. Si un día desaparece, mantenga la calma y pida ayuda.
El hecho de que vaya y venga constantemente siguiendo el mismo trayecto, puede ser molesto para usted pero no es peligroso para él. Déjele hacer y procure dejarle espacio libre para ello. En otras ocasiones puede distraerle haciéndole coger algo con la mano o iniciarle en una actividad: devanar un ovillo de lana, apilar revistas, limpiar el polvo, pasar botones de una caja a otra, etc. Preguntar siempre lo mismo y repetir siempre los mismos gestos supone para él una forma de afirmarse, de estar en la realidad. Ignorar este comportamiento es una buena forma de controlarlos. Otra forma posible de controlar estas conductas es cambiar de tema: si le ha preguntado cinco veces sobre algo hágale usted algún otro comentario sobre otra cosa.
El enfermo puede seguirle a todas partes porque usted representa la única seguridad en un mundo que le resulta hostil. Puesto que este comportamiento es irritante, proporciónele una actividad sustitutoria, algo que le guste hacer aunque no tenga sentido ni fin práctico como las ya comentadas si el enfermo haga el mismo trayecto una y otra vez.
Registrar, hurtar, esconder y atesorar son comportamientos comunes en los enfermos de Alzheimer. Las razones no están claras, pero un posible factor podría ser la búsqueda de seguridad. Tenga a mano una caja con objetos variados que pueda usar como "comodín" cuando el enfermo empiece a registrar armarios. Compruebe el contenido de las papeleras antes de sacar la basura. Piense en escondites "no tan obvios" donde la persona haya podido esconder cosas (bajo la colcha, en la funda de la almohada...). Para evitar que desaparezcan objetos irreemplazables (llaves del coche, dinero, papeles importantes, etc.), guárdelos bajo llave o en un lugar que sólo usted conoce.
En una fase avanzada de la enfermedad, la persona que padece demencia puede ser incapaz de reconocer a personas o cosas. Esto no se debe a que se hayan olvidado de ellas o no vean bien, sino a que su cerebro no es capaz de elaborar la información adecuadamente. Este fenómeno se denomina "agnosia" y puede ser la causa de situaciones embarazosas o de difícil manejo e manejar, como el no reconocimiento de la persona con la que está o la insistencia en que la casa en la que se encuentra no es la suya. Una vez más se trata de que usted mantenga la calma y que utilice técnicas de distracción, cambiando de tema o de actividad.
Ante estos y otros comportamientos no mencionados también le aconsejamos:
· Nunca discuta. El enfermo de Alzheimer no participa de su lógica con lo que una discusión puede desencadenar una reacción desmesurada.
· Persevere: si no se mantiene una actitud firme y constante no logrará nada.
Durante la noche
La persona que sufre enfermedad de Alzheimer, a menudo, hace pasar noches difíciles a quienes le rodean. Varios factores explican por qué duerme menos:
La edad sería la causa principal: los ancianos necesitan menos horas de sueño.
La disminución del ejercicio físico.
Los períodos de reposo durante el día.
Los despertares nocturnos debido al miedo.
Es recomendable que siga estos consejos:
* Prevenga las consecuencias de los despertares nocturnos:
*Cierre las puertas y ventanas que dan al exterior con un sistema que no pueda abrir. Ponga una cerradura en el frigorífico para evitar que se ponga a comer a media noche
* Planee actividades para él durante el día: paseo, ejercicio físico sencillo en casa (especialmente para movilizar las articulaciones).
* Trate de disminuir o suprimir la somnolencia durante el día proporcionándole una actividad, aunque no tenga un fin concreto (pasar botones de una caja a otra, por ejemplo).
* Un baño o una ducha caliente antes de dormir le ayudarán a relajarse.
* Hágale orinar antes de ir a dormir.
* Puede sintonizar una radio en la mesilla de noche en una emisora de música clásica o del tipo de música que le gustaba.
* Algunas tertulias radiofónicas también son excelentes somníferos.
* Para las personas que acostumbraban a leer antes de dormir, resulta eficaz leerles unas páginas de algún libro que le resulte familiar.
* Los muñecos de peluche o los objetos o juguetes blandos y suaves pueden dar sensación de confort y seguridad, facilitando la conciliación del sueño al enfermo.
* Los somníferos pueden ser la respuesta para algunas personas, pero en general deben considerarse como el último recurso.
* Si lo encuentra vagando por la casa, diríjase a él con precaución: de frente, diciéndole quién es usted, hablándole suavemente. Recuérdele que es de noche, que es hora de dormir, que todo el mundo duerme.
* Tenga en cuenta el efecto que los datos proporcionados por el entorno pueden tener en personas confusas. Si el enfermo se levanta por la noche y ve su abrigo sobre la silla y su ropa preparada cuidadosamente para el día siguiente, puede creer que ya es el día siguiente y vestirse.
21 de septiembre: Día internacional del Alzheimer
El 21 de septiembre se conmemora el día internacional del Alzheimer. Esta enfermedad es un problema social, sanitario y económico de primera magnitud que afecta tanto a los enfermos como a todo su entorno familiar. El día internacional del Alzheimer viene conmemorándose desde 1994 con el objetivo de concienciar a la población del gran problema que supone esta enfermedad, que afecta directa o indirectamente a más de 3,5 millones de personas en nuestro país, contando enfermos, familias y cuidadores.
Según datos de la OMS, más de 35 millones de personas padecen algún tipo de demencia en todo el mundo. Un 58% se encuentran en países de niveles de ingresos medios y bajos. Está previsto que el número de afectados se duplique cada veinte años: 65,7 millones en 2030, 115,4 millones en 2050.
Fuente: medicina21.com