El Instituto Tecnológico de Castilla y León (ITCL) promueve y coordina un proyecto europeo que busca incrementar la autonomía de las personas con alzhéimer o con patologías relacionadas con la pérdida de memoria. Para ello, se encuentra en la fase final de desarrollo de un dispositivo portátil, basado en la tecnología de la realidad aumentada, que ofrece al usuario información práctica sobre el día a día y datos personalizados relacionados con sus gustos particulares o vínculos familiares.
Así, a través de la proyección de imágenes en la pared, la persona que lo lleva puede recibir información sobre actividades diarias que debe realizar, la cita que tiene con el médico o dónde están los medicamentos, además de ser alertada en caso de que se encuentre cerca de un peligro. De igual forma, el sistema almacena fotos o vídeos de sus familiares o de aquellas aficiones que han podido ser importantes a lo largo de su vida, lo que, según explican los responsables del proyecto, permite estimular la memoria y hacer más atractivo su uso. «El objetivo final es que puedan vivir durante más tiempo de manera independiente», afirma Carlos Catalina, director del departamento de Realidad Aumentada del ITCL, que ha trabajado en la idea junto al investigador Rafael Saracchini.
Todo ello es posible gracias a que el aparato, ahora todavía prototipo ya que debe mejorarse reduciendo aún más su tamaño, lleva incorporado una cámara que reconoce con precisión el entorno del usuario (la casa o el centro en que se encuentre) y su posicionamiento respecto a esee lugar. Esta tecnología supone, además, el principalmente elemento diferenciador del sistema, «ya que actualmente no existe ninguno como tal en el mercado», precisa Maite Cobo, responsable de programas europeos del organismo regional con sede en Villalonquéjar.
Cobo subraya que el dispositivo ofrece «múltiples posibilidades» y que para su desarrollo se ha contado con la opinión y la experiencia de médicos, cuidadores y personal especializado en atender a personas con pérdidas de memoria. Además, agrega que el sistema permite su adaptación a distintos contextos, bien sea un teléfono móvil, las famosas Google Glass (gafas de alta tecnología) o un simple reloj de pulsera.
Y si las posibilidades de aplicación son amplias, la información es totalmente abierta a la que proporcionen los especialistas o los familiares de los usuarios en función de las necesidades que requieran estos últimos dependiendo del estadio en que se encuentre la enfermedad. El proyecto ha llegado ya a su fase final, precisa Cobo, que confía en que dé un paso más y logre la financiación necesaria para que pueda salir al mercado. Por el momento el coste se desconoce, ya que depende de las características de la empresa que pudiera estar interesada y de los materiales que se empleen.
El dispositivo forma parte del programa Nacodeal, que coordina el ITCL y en el que participan dos empresas españolas y dos centros de atención al cuidado de personas mayores de Italia y Francia, donde se ha probado su utilidad. Se inició en 2012 y cuenta con una financiación de la Comisión Europea de 2 millones de euros.
Fuente: diariodeburgos.es