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Cuando la depresión no eleva tu riesgo de alzhéimer, sino que es el alzhéimer

Cinco años antes de que el alzhéimer se haga evidente aumenta el diagnóstico de trastornos mentales como la depresión, posiblemente debido a que son síntomas tempranos de la enfermedad.

¿Sabías que la depresión puede afectar tanto nuestra mente que llega a confundirse con demencia? Es una alteración que se denomina pseudodemencia y, si se trata a tiempo, es reversible.

Lo anterior solo es un ejemplo del fuerte vínculo que existe entre la depresión y otros trastornos mentales con nuestras funciones cognitivas. En relación al alzhéimer la depresión es un factor de riesgo muy reconocido, pero siempre existen las dudas:

¿La depresión es la que eleva el riesgo de alzhéimer o es en sí misma un síntoma de que ya la enfermedad está haciendo estragos en el cerebro? ¿Es un mal indicador el haber padecido depresión en la adultez media o solo en la vejez?

Pues según un nuevo estudio deberíamos fijarnos más en cuándo surge la depresión que en su presencia o no a lo largo del ciclo vital. Puedo que no esté elevando nuestras posibilidades de padecer alzhéimer, sino indicando que ya está presente.  La investigación ha sido desarrollada por científicos de la Universidad de Finlandia Oriental  y publicada en la revista European Psychiatry.

El cuándo importa.

Los investigadores analizaron una base datos nacional finlandesa que contenía información de todos los casos diagnosticados de alzhéimer en 2005. Además, contaban con otros datos del historial clínico de las personas estudiadas que se había ido acumulando desde el año 1972.

Encontraron que trastornos psiquiátricos como la depresión se asociaron a mayor riesgo de alzhéimer si se tenía en cuenta su prevalencia 5 años antes del diagnóstico de la enfermedad neurodegenerativa. Sin embargo, la asociación no se dio cuando se amplió el margen de tiempo a 10 años.

Para los investigadores esa diferencia entre el riesgo de alzhéimer y el momento en el que comienza un trastorno mental puede estar indicando no un factor de riesgo, sino un síntoma en sí de que ya el alzhéimer está presente.

La construcción de instrumentos diagnóstico, pero también aquellos que valoran el riesgo de una persona de padecer la enfermedad, deberían tomar en cuenta cuándo surgen los síntomas. Recientemente conocíamos de un estudio que encontró algo semejante pero en relación a los trastornos de sueño.

Siempre se ha mencionado el insomnio como una influencia nefasta para la salud de nuestras neuronas, sin embargo, ese estudio (sobre el que puedes leer aquí) halló que dormir mucho era el problema.

Pues sí, solo que dormir mucho si antes no lo hacías, el cambio de hábito es lo que puede indicar que el alzhéimer u otra enfermedad neurodegenerativa está presente. Y de nuevo, más que un factor que aumenta el riesgo, puede ser un síntoma en sí mismo.

Fuente: 2ti.es

Con la colaboración de