Suena una canción y automáticamente saltamos en el tiempo. Regresamos al primer amor en los coches de choque, a la época universitaria o a cuando nacieron nuestros hijos. La musicoterapia ya se empleaba con éxito y de forma pionera para los enfermos de alzheimer, a través de los centros de día de Afal en Ferrol. Y ahora también se traslada a la zona rural, para que mayores en buena forma mental trabajen para evitar los problemas de memoria. Así ha ocurrido en los dos últimos meses en Valdoviño, que incluso se declaró recientemente Municipio Solidario co Alzhéimer. Talleres de karaoke y baile organizados por Afal han permitido que 22 vecinos trabajen en un envejecimiento activo, “con actividades que pueden retrasar la aparición de demencias”.
Una de las usuarias reclamaba al concello que reeditase estos programas, “porque mesmo axudan a que nos coñezamos os veciños, xente da mesma parroquia e da mesma idade tivemos que entrar en contacto a través da musicoterapia”. Ya en los centros de Afal habían vivido con los enfermos de alzheimer momentos tan emotivos como el siguiente: “Cuando una asociación de acordeones de Cedeira vino a tocar, una paciente reconoció una canción y se puso a cantarla, llegando incluso a llorar”. Ahora, la entidad traslada estas actividades a vecinos que no sufren Alzhéimer ni padecen otras demencias... pero que sí apuestan por “potenciar la agilidad mental”. Desde la entidad presidida por Ana María López indican que “se potencian las relaciones sociales, es una excusa para combatir la soledad en municipios con una población dispersa”.
Fuente: elcorreogallego.es
