La Feira da Saúde, que llega ya a su edición número 13 organizada por el Concello de Ourense abrió ayer sus puertas con una treintena de casetas. Son la cara más humana de la asistencia sociosanitaria, los que llegan donde no llega la asistencia sanitaria oficial, los que cubren el enorme campo sembrado de dudas, incertidumbres y dificultades que acompañan al enfermo y a sus familiares cuando se enfrentan a una patología crónica.
Y su mérito es que lo hacen con más voluntad que dinero, apoyándose en el voluntariado y en la colaboración mutua de los propios afectados. La feria les sirve para divulgar las particularidades de cada enfermedad e incluso sorprender a algún ciudadano que no les conozca y pueda necesitar sus servicios.
Quienes se acerquen a la feria ?hoy es la última jornada? se toparán con entidades que, seguro, conocen. Como la Asociación contra el Cáncer, Cruz Roja, Alcer, la asociación de alzhéimer Afaor, la de fibromialgia y fatiga crónica, la de discapacitados ADO, o Renacer, que se ocupa de personas con daño cerebral adquirido. También les sonará Aodem ?párkinson, ELA y otras enfermedades neurodegenerativas?, el Comité Antisida o Asut, la asociación de ex usuarios y técnicos en drogas Asut, la de hemofilia o a la de diabéticos Auria, y hasta la que ayuda a personas con Crohn y colitis crónica o Aseia, que se ocupa de ayudar a las familias en la salud emocional de niños y adolescentes y este año aprovecha para presentar un nuevo programa.
Quizá les suenen menos la asociación de padres de niños prematuros, que tiene sede en el CHUO, la Asociación de Enfermedades Neuromusculares, que no cuenta con local en Ourense pero trabaja aquí con Cogami; Trascos, que lleva dos años funcionando para ayudar a familias con niños diagnosticados de espectro autista, o Turuleque, que se creó hace tres para ayudar a personas con trastorno de déficit de atención e hiperactividad, que ofrece asesoramiento a las familias y talleres infantiles para Ourense y su comarca.
Junto a ellos, la feria da espacio a entidades protectoras de animales como Progape, que gestiona el albergue de Eiroás, a la asociación de mascotas Apmou o la Patrulla Callejera que trabaja con animales de la calle ayudando a su control y saneamiento. Son solo algunas de los treinta colectivos que hoy acogerán con los brazos abiertos a quienes se animen a dar un paseo por la Alameda do Bispo Cesáreo. Un paseo de lo más saludable.
Fuente: lavozdegalicia.es