Tanto como una cultura marcada por el mestizaje y la historia, una condición ancestral de cruce de caminos y punto de intercambio y una acumulación casi irrepetible de patrimonio, la zona fronteriza entre España y Portugal, 'La Raya', está ya definida por lo que parece un irreversible proceso de envejecimiento.
Un nuevo desafío social que tendrá repercusiones no sólo económicas, sino sanitarias e incluso identitarias y que llevó a la Universidad de Salamanca a través de su Fundación General a poner en marcha una iniciativa destinada a analizar y abordar este problema desde lo profesional y lo académico. Era el nacimiento del Espacio Transfronterizo de Envejecimiento, que a finales del 2011 generaba un proyecto singular que ha acabado por convertirse en el portal virtual temático más amplio y completo del mundo dedicado a este aspecto social
El director de la Fundación General de la Universidad de Salamanca, Óscar González Benito, destaca que «la zona limítrofe hispano-lusa tiene lamentablemente la peculiaridad de estar muy marcada por la despoblación y el envejecimiento de sus gentes, y por eso quisimos intervenir con un foro especializado sobre un problema complejo».
De esta forma, el Espacio Transfronterizo de Envejecimiento «busca fundamentalmente generar modelos de excelencia en la atención a estos problemas, desarrollar investigación para ayudar a las personas mayores en sus dificultades y particularmente en la atención a la demencia y al mismo tiempo poder desarrollar nuevos perfiles profesionales que impulsen la creación de puestos de trabajo para dar respuesta también a las repercusiones de esta tendencia de envejecimiento».
Entre las iniciativas de este Espacio, pronto surgió la idea de desarrollar un gran portal con el objetivo de «crear un espacio de vanguardia pensado en especial para los profesionales del sector sociosanitario, los estudiantes de estas ramas y los familiares que tienen que afrontar el cuidado de mayores y en particular de personas que presentan algún tipo de dependencia», explica González Benito.
De esta forma, se iba generando poco a poco un espacio que «ante todo trata de ser un punto de encuentro especializado sobre el envejecimiento desde una perspectiva de investigación de calidad y de refuerzo de la innovación, la cooperación y el intercambio de buenas prácticas».
El Centro Virtual de Envejecimiento (www.cvirtual.org) se impulsa definitivamente en el año 2013 con la puesta en marcha de la mayor parte de sus utilidades, tal y como explica Miguel Ángel Salinero, uno de los técnicos responsables del portal.
«Hay algunos antecedentes en varios países de un centro virtual dedicado al envejecimiento, pero no hay ninguna experiencia tan amplia y completa sobre todas las perspectivas de este ámbito y sobre todo centrado en las características concretas de una zona como la región transfronteriza entre España y Portugal», señala Salinero.
La respuesta de los usuarios a esta oferta ha sido espectacular, ya que desde el lanzamiento oficial del centro virtual (en abril del 2012) hasta el pasado 15 de mayo, se habían registrado más de 91.000 usuarios que habían llevado a cabo 130.000 visitas, visualizando cerca de 500.000 páginas alojadas en el CVE.
El responsable técnico del portal explica que el gran éxito del espacio ha sido «ofrecer una recopilación muy amplia de materiales, algunos creados específicamente para la página y otros seleccionados de entre lo que ya había disponible pensando en las demandas y necesidades de los propios profesionales».
Esa es una de las características que los responsables del Centro Virtual subrayan sobre el proyecto, el hecho de «ser un espacio de vanguardia sobre el envejecimiento pero siempre centrado en la demanda de los que entendemos que son sus usuarios principales», explica Salinero.
Desde videos tutoriales, consejos profesionales, ponencias en congresos o estudios en revistas y publicaciones científicas, el centro se ha ido dotando de contenido de manera gradual y ha acabado por desarrollar algunas herramientas de especial relevancia, como la posibilidad de participar en foros temáticos donde los profesionales, estudiantes o familiares plantean cuestiones relacionadas con la calidad de vida en el envejecimiento, la atención a la discapacidad y la dependencia o la generación de empleo vinculada a estas realidades.
«Aunque el Espacio Transfronterizo de Envejecimiento también desarrolla actividades preseciales, ha sido la incorporación de las herramientas informáticas la que ha multiplicado las posibilidades de que este centro virtual fuera especialmente útil para la conexión de personas que al fin y al cabo viven en una zona con una elevada dispersión y con problemas endémicos de comunicaciones e infraestructuras», comenta el director de la Fundación General de la Usal.
De hecho, una de las apuestas del CVE ha sido precisamente favorecer la conexión entre las personas vinculadas al envejecimiento que afecta a los dos lados de la frontera, «buscando una mayor cooperación para impulsar la calidad de vida de los habitantes de la zona», explica Óscar González Benito.
Como un paso más en este camino, el centro está ultimando el lanzamiento de su versión en Portugal, que se llevará a cabo a lo largo del próximo mes de junio. Miguel Ángel Salinero avanza que «lo que estamos preparando no es una mera traducción de los contenidos al portugués, sino que lo que buscamos es que haya una verdadera aportación de experiencias, prácticas y conocimientos a la realidad del otro lado de la frontera y que se vaya produciendo la misma incorporación de materiales que tenemos en el portal en español».
Para ello, el Espacio Transfronterizo cuenta desde el principio con importantes socios portugueses, como la ASPSI (Asociación de apoyo y estudio de psicognosis de la Raya Central) o la AHDPA (Asociación Humanitaria de pacientes de Parkinson y Alzheimer de Portugal).
Un lanzamiento en portugués que también tendrá algunos proyectos especialmente emblemáticos. Es el caso del Banco de Recuerdos, una iniciativa para «salvaguardar los recuerdos» de miles de personas