Todo lo que suene a solidaridad, me chifla. ¿Por qué? Muy sencillo, porque la solidaridad te asegura que en este mundo sigue habiendo gente buena y entregada a los demás. Un consejo: practiquen un poco y comprobarán que lo que digo es cierto y que te procura una satisfacción personal de muchos kilates.
Aquí no hablamos de kilates y sí de euros en cantidad de 5.270. Esa fue la cifra que se recaudó en el concierto solidario ofrecido el pasado mes de diciembre en el Juncal y que ha sido entregada a su destinatario, que no es otro que AFAGI, la Asociación Guipuzcoana de Familiares de Enfermos de Alzheimer.
El concierto lo organizan los miembros del Rotary Club del Bidasoa, ente generoso como pocos, que contó con la gran solidaridad del Coro Ametsa. Pues bien, AFAGI quiso agradecer su colaboración a estas dos entidades y la operación se acaba de materializar en los locales de la Cofradía del Salmón del Bidasoa, que, por cierto, el ocho de junio celebra un nuevo capítulo.
Fue a los postres de una cena preparada por José Mari Fuertes, ese ingeniero naval que, siendo presidente de la entidad, no se corta la melena por vender entradas a pie de Parroquia. ¿El menú? Este: pintxitos donostiarras a base de surimi, mahonesa y crema de pescado; morcilla a la plancha con queso de cabra; anchoítas bien fritas (¡qué delicia!) y sin peligro de nada; salmón a la sal (6,5 kilos de peso) y tarta de manzana.
Ayudaron al chef los rotarios Ramón Martínez, ingeniero industrial que ejerce como secretario del Rotary; y José Mari Vertiz, concesionario de 'Ford-Hyundai'.
También asistieron a la cena otros rotarios como Juan Beldarrain, arquitecto que el uno de julio pasará a ser el nuevo presidente; Alek (sander) Mikolajczyk, profesional de la música en la Orquesta Sinfónica de Euskadi donde toca el contrabajo. Alek, de quien se sospechaba que había nacido en un caserío de Oiartzun, la verdad es que es polaco, como su esposa Elzbieta, espléndida solista de flauta; y su hija Magdalena, que antepone su nacionalidad vasca a la polaca.
Igualmente asistieron José Antonio Domínguez, químico de formación y profesión; y Enrique Portu, economista por la ESTE.
Se echó de menos a rotarios como José Mari Aldalur, José Luis Maza-Lazbal, Bernar Pont-Nourat, a su hija Sandrine o a JoséSolórzano, todos ellos socios muy activos.
Por parte, del Coro Ametsa, su presidente Xabier Txapartegi; y el director coral, Fernando Etxepare Gómez, al que la cifra cincuenta le encanta. Con Fernando hablé de su aitatxo, el otro gran Fernando Etxepare Díaz, que dejó un hueco difícil de cubrir.
Y por AFAGI, su vicepresidente Miguel Tardáguila que sustituyó al presidente (Koldo Aulestia); además de Marisa Ortigosa, directora de la entidad.
Si leen el número de asistentes concluirán en que son once; o sea un equipo de fútbol; pero al final se formó una docena de 'apóstoles' con la inclusión a última hora de quien firma esta página.
Cené muy a gusto y junto a Marisa Ortigosa, encantadora. Hablé con ella de su marido (Jesús Artetxe); y, sobre todo, de sus gemelos, que son Iñaki y Ane. Ya han cumplido trece años.
A los postres, Miguel Tardáguila hizo entrega de sendas placas de agradecimiento a Txabier Txapartegi y a José Mari Fuertes, quienes devolvieron el agradecimiento a quien les habían agasajado.
A la hora del café se empezó a hablar de la XVIII edición del concierto, que tendrá novedades. Contará con la siempre agradecida colaboración del Ayuntamiento; y a buen seguro de firmas como UVESCO (a través de BM), Kutxabank, Alcampo, Estrategia 2016 y la firma de automóviles Ford Hyundai. No se descarta, sino se desea, que haya más generosos.
De nuevo, AFAGI será la asociación a la que se le aportará la recaudación del concierto. Concierto que, casi con total seguridad, volverá a la Sala Amaia, que será la ubicación que sustituya a la parroquia de la Virgen del Juncal. Nos vemos el tercer domingo de diciembre.
Fuente: diariovasco.com
