Sigue la polémica alrededor del verdadero rol que juega en la enfermedad de Alzheimer la beta amiloide, la proteína que se acumula en el cerebro de los enfermos y tienen un efecto tóxico para las células cerebrales.
Esto de la investigación en el alzhéimer hay veces que descorazona. Cuando los pinos parecen ponerse verdes, un listo llega y nos dice “no, no, que van mal”. Esos listos ahora son de los más listos: científicos del Massachusetts Institute of Technology (MIT) que han publicado en Nature un artículo en el que llaman a a fijarse menos en el beta amiloide y más en la actividad de los circuitos y redes neuronales.
La beta amiloide es un proteína que en la enfermedad de Alzheimer se acumula de forma tóxica entre las neuronas y desde hace mucho se viene considerando una de las causas primarias de la enfermedad ¿El problema? Que ella sola no explica la enfermedad. Los listos del MIT no dan varias razones en su artículo:
- Aun disminuyendo los niveles de beta amiloide el deterioro cognitivo de los enfermos no mejora ni se frena. Varios fármacos han fracasado por esta vía.
- Los niveles de esta proteína en el cerebro alcanzan un nivel estable muy temprano en la enfermedad y, aunque se mantienen ahí, el alzhéimer si sigue avanzando.
- Aunque muchas mutaciones genéticas ligadas al alzhéimer están vinculadas al beta amiloide, otras muchas no.
Para los investigadores, la acumulación de beta amiloide explica el inicio de una serie de eventos que llevan a la enfermedad, pero no explica su progresión. De ahí que solo intentando controlar la acumulación de beta amiloide se llegue al fracaso.
Fuente: 2ti.es