“En los últimos 20 años hemos aprendido que el Óxido Nítrico (NO según su nomenclatura química) es importante para el corazón y sistema cardiovascular, pero llega a ser mucho más importante en otros sistemas, como el cerebro. Ahora estudiamos el hecho de que las personas que tienen demencia senil, por ejemplo, la Enfermedad de Alzheimer, tienen deficiencias de NO en el cerebro”, así lo explicó a SUMEDICO el doctor en Farmacología y Ganador del Premio Nobel de Medicina 1998, Louis Ignarro.
Las compañías farmacéuticas están intentando fabricar medicamentos que aumenten la cantidad de Óxido Nítrico en el cerebro, pero todavía no hay un medicamento así.
“Actualmente se puede conseguir la cantidad necesaria de Óxido Nítrico haciendo ejercicio aeróbico y con una dieta con abundancia de pescado y poco volumen de carne de cerdo y res. Esto es lo ideal, pero la verdad son muy raras las personas que cumplen con los ejercicios y dietas adecuadas, por eso desarrollamos un suplemento que ayude a las personas a aumentar sus niveles de NO”, dice el fundador de la Sociedad de Óxido Nítrico, y fundador y editor en jefe de "La biología y la química de óxido nítrico".
Gas invisible
Ignarro dice estar comprometido con la tarea de dar a conocer a la población que el óxido nítrico es muy importante para el corazón, el cerebro y las articulaciones.
“Ya hay mucha evidencia de que la artritis está relacionada con una cantidad reducida de Óxido Nítrico en el cuerpo. Lo mismo pasa con la piel: cuando hay ausencia de NO la piel luce seca, con manchas, avejentada”, dice el Nobel de Medicina 1998.
"Hallazgos como estos me han hecho impulsar la formación de laboratorios especializados en Óxido Nítrico en las diferentes universidades que visito para impartir conferencias", explicó, en la ciudad de México, el especialista que en los años 90 descubrió que el cuerpo humano produce una pequeña y regulada cantidad de óxido nítrico. Este gas es considerado como inestable porque cuando está libre en el ambiente se puede asociar fácilmente con un átomo libre de oxígeno y convertirse en dióxido de nitrógeno (NO2), un conocido contaminante que contribuye a que se vea café o gris la atmósfera de las grandes ciudades.
Desde hace 30 años, las investigaciones de doctor Ignarro se centraron en la búsqueda de la naturaleza química del EDRF (factor de relajación derivado del endotelio). En 1986 descubrió que el EDRF era idéntico al óxido nítrico.
El óxido nítrico desempeña un importante papel en la regulación de la presión sanguínea. Produce una relajación de la musculatura lisa vascular. Esta vasorrelajación provoca vasodilatación arterial y, por consiguiente, una reducción de la resistencia vascular y de la presión arterial. Sin embargo, desde hace 20 años se ha multiplicado la evidencia de que el NO tiene otros efectos benéficos en tejidos diferentes al sistema cardiovascular.
Fuente: sumedico.com