Según un estudio publicado en la revista «Cell Reports», muestra que la proteína tau altera la actividad de unas secuencias del ADN celular denominadas ‘transposones’, lo que provoca una inestabilidad genómica en las neuronas y, en último término, la degeneración y muerte neuronal.
Joshua Shulman, director de la investigación, explica que «la inestabilidad genómica hace referencia a una mayor tendencia a presentar alteraciones en el material genético, o lo que es lo mismo, en el ADN, caso de las mutaciones. El resultado es que el genoma no funciona correctamente. De hecho, ya se sabe que la inestabilidad genómica supone uno de los principales desencadenantes de enfermedades como el cáncer. Así, en nuestro trabajo hemos analizado la posible conexión causal entre la acumulación de proteína tau en las neuronas y la consecuente inestabilidad genómica en la enfermedad de Alzheimer».
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