El próximo 1 de marzo (en el peor de los casos, no más allá del 4 del mismo mes), el periodista navarro Guillermo Nagore comenzará una intensa aventura personal. A primera hora de la mañana estará en la explanada del faro de Fisterra para comenzar a andar en el sentido contrario al que siguen los miles de peregrinos que cada año llegan al fi n del mundo. Por delante le esperarán 45 semanas de caminata, atravesando quince países y recorriendo 7.000 kilómetros hasta llegar a Jerusalén.
La primera semana de viaje, tras pasar por Olveiroa, Negreira, Santiago, O Pedrouzo y Arzúa, terminará en Sobrado dos Monxes. La última atravesará jlun, Amann, Shunat Nimri, Jericó y Jerusalén.
En todo ese tiempo, Nagore, de 44 años años, irá compilando historias relacionadas con el alzhéimer, que contará a través de un blog que se titulará a memoria en el Camino. El patrocinador de esta odisea es la Confederación Española de Asociaciones de Familiares de ersonas con Alzhéimer y Otras Demencias (Ceafa). A través de esta entidad contactará con asociaciones con fines comunes en todos los lugares por los que vaya pasando. La información tratará de publicarla, además de Internet, en todos los medios de comunicación que sea posible.
Guillermo eligió Fisterra por su «carácter simbólico». Además, hace diez años realizó el Camiño, pero se quedó en Santiago.
«No llegué hasta Fisterra, pero quería hacerlo, y ahora es la oportunidad», señalaba ayer.
La aventura pudo haber comenzado antes, porque estaba planeada para el 1 de enero. Pero el mal tiempo y algunos imprevistos personales la demoraron un par de meses. Aún quedan unos flecos, pero ya no hay vuelta atrás: «Saldré de todas las maneras», asegura. No hay ánimo de lucro, solo cubrir gastos. El mayor problema no es tanto la manutención, único objetivo que debe garantizar, ni el cansancio físico, como «el mental».
De hacerse a la idea de que durante diez meses estará solo en el camino, sin familia y sin amigos, por tierras que no conoce.
Creo que será, en lo personal, una aventura absolutamente enriquecedora», confiesa. Su lucha por lograr mejoras en el tratamiento del alzhéimer, además de instar al Gobierno a una política sanitaria común y ambiciosa, no tiene nada que ver con tener familiares afectados: No tiene nada que ver, me coincidió esto y punto», explica, que se une a su viejo sueño de alcanzar Jerusalén a pie.
Fuente: la voz de Galicia
