Conocer los entresijos de la máquina más perfecta del mundo: el cerebro humano. Un órgano del que la comunidad científica tiene ya muchísima información y que, sin embargo, estaba sin procesar ni relacionar. Este fue el primer objetivo de Brain Dynamics, spin-off de la Universidad de Málaga, creada en junio de 2008 por ocho profesores doctores pertenecientes a distintas áreas de conocimiento sobre el cerebro humano. «Comprendimos que había un nicho de mercado que estaba por explotar», explica Antonio García Linares, director de la compañía.
«Sabíamos que había mucha información sobre el cerebro, pero estaba muy dispersa. Por eso, nos propusimos crear un gestor de conocimiento que hoy ya ha digerido más de 300.000 artículos sobre el tema y que en la nueva versión que estamos preparando contará con información de más de un millón de artículos», prosigue García Linares. Son partidarios del open knowledge, conocimiento abierto, por lo que han creado una plataforma disponible para todos los interesados en el estudio del cerebro, como neurólogos, neurocirujanos, psiquiatras, psicólogos, investigadores.
Pero su trabajo no se ha frenado aquí. Esta herramienta basada en modelos matemáticos les ha servido para poner en marcha otros proyectos como el análisis de neuroimágenes, muy útil en muchos casos clínicos, incluyendo la detección precoz de enfermedades como el Alzheimer o la esclerosis múltiple. Para ello, crearon un modelo del deterioro de un cerebro sin patologías mediante más de 2.000 imágenes de personas sanas que ayuda a cuantificar el grosor de la corteza cerebral. Así, con una simple resonancia magnética podemos saber el estado del cerebro y, por ejemplo, si nuestros olvidos son producto de la edad o esconden una patología.
Los doctores de Brain Dynamics también trabajan en un sistema de neuronavegación basado en el conocimiento que tiene la comunidad científica sobre la sustancia gris (donde se encuentran las neuronas) y la sustancia blanca (donde encontramos los «cables» que conectan las diferentes áreas del cerebro).
Es una suerte de «cerebro virtual en 3D que sirve a cirujanos que quieran planificar una intervención quirúrgica, a investigadores e incluso como herramienta docente», apunta el director de la compañía malagueña. Este proyecto se encuentra en fase de evaluación clínica (en uso formativo e investigador) para que pueda utilizarse en los quirófanos de los hospitales.
Elena es otro de los proyectos en los que participa Brain Dynamics y que actualmente se encuentra también en fase de evaluación. Se trata de un sistema de rehabilitación cognitiva que ayudará a los pacientes con dolencias neurológicas y mentales mejorar sus funciones cognitivas dañadas por medio de una serie de ejercicios personalizados, ordenados en un itinerario de rehabilitación que los médicos podrán adaptar a cada paciente, y todo ello basado en internet, evitando desplazamientos de los usuarios.
Los profesionales de la medicina, psicólogos e investigadores de clínicas privadas no son sus únicos clientes. «Nos ha sorprendido gratamente que es el propio ciudadano el que se pone en contacto con nosotros», asegura García Linares. Actualmente, cuentan con una consulta privada, pero su intención es terminar los programas para ofrecer un servicio de telemedicina.
Brain Dynamics trabaja desde Málaga para todo el territorio nacional, con clientes en el País Vasco, Madrid, Comunidad Valenciana y el resto de Andalucía. Sin embargo, investigadores de otras partes de Europa han contactado con ellos para utilizar sus investigaciones. La firma malagueña ha logrado además un acuerdo de distribución en México y está en conversaciones con Panamá y Ecuador, mientras que profesionales de Qatar, Arabia Saudí o Rusia también han mostrado interés en los avances de la firma malagueña.
La empresa facturó el año pasado 700.000 euros y espera superar el millón de euros este año y aunque en estos momentos el 70% del volumen de su negocio se genera en el mercado nacional esperan seguir ampliando horizontes.
Fuente: elmundo.es
