La diabetes puede estar relacionada con la acumulación de ovillos o tau en el cerebro, de forma separada de la enfermedad de Alzheimer, según concluye un nuevo estudio publicado este miércoles en la edición digital de ´Neurology´, la revista médica de la Academia Americana de Neurología.
"La evidencia muestra que las personas con diabetes tipo 2 tienen el doble de riesgo de desarrollar demencia", resume el autor del estudio, Velandai Srikanth, de la Universidad de Monash en Melbourne, Australia. "Este interesante desarrollo define además cómo se pueden conectar las enfermedades", agrega.
En el estudio participaron 816 personas con una edad media de alrededor de 74. De ellos, 397 tenían deterioro cognitivo leve, que puede ser un precursor de la demencia; 191 presentaban demencia de la enfermedad de Alzheimer y 228 personas no tenían problemas de memoria y pensamiento. Un total de 124 de los participantes padecía diabetes.
La investigación se centró en la relación entre la diabetes tipo 2, la pérdida de las células del cerebro y sus conexiones, los niveles de beta amiloide (una acumulación pegajosa de placas) y tau o marañas de proteínas en el líquido cefalorraquídeo de los participantes.
El estudio encontró que las personas con diabetes tenían un promedio de 16 picogramos por mililitro más en los niveles de la proteína tau en el líquido cefalorraquídeo independientemente del diagnóstico de demencia. Mayores niveles de tau en el líquido cefalorraquídeo pueden reflejar una mayor acumulación de ovillos en el cerebro y estos ovillos, eventualmente, pueden contribuir al desarrollo de la demencia.
También hallaron que la diabetes se asoció con una reducción del espesor de la corteza, la capa del cerebro con la mayoría de las células nerviosas. Las personas con diabetes tenían un tejido cortical con un promedio de 0,03 milímetros menor que los que no padecían diabetes, sin necesariamente presentar problemas de pensamiento y de memoria, deterioro cognitivo leve o demencia por enfermedad de Alzheimer. La acumulación de ovillos puede contribuir a esta pérdida de tejido cerebral.
"Debido al hecho de que las células nerviosas en el cerebro no se reemplazan a sí mismas, es muy importante encontrar maneras de reducir la muerte de las células cerebrales actuales. Estudios como el nuestro buscan entender cómo enfermedades como la diabetes pueden afectar directa o indirectamente a la muerte de las células cerebrales", dice Srikanth, quien señala que como el estudio analizó datos de los participantes en un momento en el tiempo, no determina si existe una relación de causa-efecto entre la diabetes y los ovillos cerebrales.
Fuente: El Semanal Digital