Los datos y la experiencia científica demuestran que los hábitos saludables, tanto a nivel físico como psicológico,y la prevención del riesgo vascular son muy importantes para prevenir la enfermedad de alzheimer, como así lo recuerdan desde la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI). Los hábitos saludables, tanto físicos como psicológicos, son esenciales para prevenir esta enfermedad.
El objetivo principal de los médicos e investigadores en torno al alzheimer se centra en la detección de la enfermedad en etapas precoces. "De hecho, un diagnóstico identificado cinco años antes de que aparezcan los primeros síntomas reduciría a la mitad el número de pacientes en 50 años.
Por ello, las líneas de investigación se dirigen, en concreto, a identificar la fase conocida como deterioro cognitivo leve (DCL), que está considerada como el límite entre el envejecimiento normal y la demencia. Así, las personas con DCL suelen tener problemas de memoria, pero sin que les afecte de forma excesiva en su vida cotidiana", señala la doctora Carmen Antúnez Almagro, neuróloga y Directora de la Unidad de Demencias del Hospital Clínico Universitario Virgen de la Arrixaca de Murcia.
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