Todos estamos de acuerdo en ver al cerebro como un órgano indispensable para el funcionamiento del cuerpo humano. Pero a día de hoy aún quedan muchas lagunas por aclarar en torno a él. Es mucha la gente que sigue creyendo en lo que la evidencia científica ha afirmado como falso, en mitos que se dan por ciertos, cuando son, por lo menos, discutibles.
Durante los próximos siete días se celebra la Semana Mundial del Cerebro. Organizada por la Dana Alliance for Brain Iniciatives y con la colaboración en España de la Sociedad Española de Neurociencia, constituye una estupenda oportunidad para desmontar esas creencias inexactas, si no del todo equivocadas, sobre nuestro mayor aliado.
Mito 1: "El ser humano sólo usa el 10% del cerebro"
Realidad: Es cierto que en cada momento sólo se activan grupos relativamente reducidos de neuronas, en función de lo que se hace, piensa o siente en ese momento. Pero a lo largo de cualquier día o semana básicamente usa la mayoría de las neuronas y conexiones en el cerebro.
Mito 2: "El cerebro del hombre y la mujer son fundamentalmente diferentes"
Realidad: Si bien es cierto que algunas estructuras cerebrales, como el “cuerpo calloso” que conecta los hemisferios, tienden a ser diferentes en hombres y mujeres, a efectos prácticos las similitudes son mucho más significativas que las diferencias. Y muchas de esas diferencias no se deben al género por sí mismo. El cerebro de dos abogados o dos músicos de 50 años, uno hombre y otro mujer, funcionan de modo más parecido entre sí que si se comparan con cerebros de personas del mismo género que no terminaron la escuela secundaria y llevan 30 años trabajando en tareas rutinarias.
Mito 3: "La creatividad reside en el hemisferio derecho del cerebro"
Realidad: Cualquier comportamiento complejo, como la creatividad, activa grupos neuronales en ambos hemisferios, y la estructura cerebral más relevante es la corteza prefrontal, justo detrás de la frente en ambos hemisferios. Esto permite conducir la “orquesta del cerebro”: prestar atención, integrar pensamientos y emociones, imaginar el futuro y tomar decisiones.
Mito 4: "Los genes constituyen el principal factor que determina el destino del cerebro y la mente"
Realidad: La genética explica menos de un tercio de cómo evoluciona la salud cerebral de una persona a lo largo de la vida. El fenómeno de la neuroplasticidad significa que sus comportamientos y estilos de vida juegan un papel al menos tan importante como los genes, si no más.
Mito 5: "Hoy por hoy no hay nada que hacer para prevenir o tratar el alzhéimer"
Realidad: Si bien es cierto que no hay modo probado de evitar la patología de Alzheimer, hay estudios bien contrastados que indican que es posible retrasar los síntomas de un modo significativo. El estudio más exhaustivo hasta la fecha, patrocinado por el National Institute of Health en Estados Unidos, encontró que el ejercicio físico y el cognitivo, junto a la dieta mediterránea, pueden proteger nuestros cerebros a través de la llamada reserva cerebral.
Mito 6: "El cerebro es tan complejo y se sabe tan poco de él, que a efectos prácticos (desarrollo personal, la educación, la salud) se puede ignorar"
Realidad: Si bien es cierto que el cerebro, con sus 86 mil millones de neuronas y billones de conexiones, es el órgano más complejo del universo conocido, se cuenta ya con décadas de estudios neurocientíficos de calidad para saber qué prácticas tienen más sentido y cuáles menos para mejorar la salud cerebral y el rendimiento mental.
Mito 7: "Lo mejor para ejercitar el cerebro es hacer crucigramas y sudokus"
Realidad: Los primeros cien, doscientos crucigramas y sudokus pueden suponer sin duda un reto, pero después se convierten en una rutina. El crucigrama número un millón tiene muy poco valor desde un punto de vista de la salud cerebral. La realidad es que la vida misma puede ser el mejor gimnasio mental, si buscamos modos de aportar novedad, variedad y desafío.
Mito 8: "El brain training es un videojuego de Nintendo"
Realidad: El brain training o “entrenamiento cerebral” de verdad incluye metodologías probadas como la meditación, la terapia cognitivo-conductual, la biorretroalimentación y el entrenamiento cognitivo. Hay videojuegos bien diseñados en base a esas metodologías, pero el usuario debe aprender a separar el trigo de la paja. El videojuego de Nintendo es buen entretenimiento, no brain training desde un punto de vista científico.
Mito 9: "España está sufriendo una gran fuga de cerebros”
Realidad: Ningún cerebro está plenamente formado a los 20 o 21 años. Estructuras importantes como la corteza prefrontal y funciones criticas como la memoria de trabajo, la autorregulación y la flexibilidad cognitiva continúan desarrollándose desde los 20 hasta los 30 años de edad (e incluso por más tiempo), con lo cual la asunción de que algo existente se “fuga” es engañosa. Es más, los desafíos laborales benefician ese desarrollo y el estrés crónico lo perjudica (imaginemos la carga emocional de estar desempleado o infraempleado por meses, si no años). De este modo, me atrevo a sugerir que me gustaría ver más compatriotas, no menos, aprovechando oportunidades en el exterior.
Mito 10: "Cada hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro" (Ramón y Cajal)
Realidad: Deben añadirse dos precisiones a esta gran frase de Santiago Ramón y Cajal, padre de la neurociencia moderna ya hace un siglo. Primero y obvio, que cada mujer cuenta con este mismo potencial. Segundo, que hoy por hoy se sabe que cada persona está esculpiendo su propio cerebro con cada acción, pensamiento y sentimiento, así que la gran pregunta del siglo XXI va a ser cómo se aprovecha ese potencial para bien, para mejorar la vida personal, familiar y profesional, para retrasar problemas como la depresión y el alzhéimer, en vez de lo contrario.
*Álvaro Fernández Ibáñez, reconocido como un Joven Líder Global por el Foro Económico Mundial (FEM), es el co-autor del nuevo libro Cómo invertir en su cerebro, que se presentó la pasada semana en Miami.
Fuente: elconfidencial.com