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Diseñan una planta biofarmacéutica de producción de anticuerpos monoclonales

El objetivo es la fabricación de moléculas de origen biológico con aplicaciones terapéuticas

Investigadores de la Universidad de Salamanca han diseñado una planta biofarmacéutica pensada para la fabricación de moléculas de origen biológico que generan anticuerpos monoclonales con aplicaciones terapéuticas en ámbitos muy diversos, como el cáncer, las enfermedades autoinmunes e inflamatorias crónicas o el abordaje de los problemas que generan los rechazos de los trasplantes.

"Los anticuerpos monoclonales son medicamentos biofarmacéuticos que están en auge en el mercado, porque tienen aplicaciones anticancerígenas, para enfermedades antiinflamatorias como la artritis e, incluso, en la línea de investigación del alzheimer", ha explicado Vanessa Ojeda Hernández, autora del diseño, en declaraciones a Dicyt (www.dicyt.com).

La tecnología que emplea es "multiproducto", es decir, "que podemos hacer muchos tipos de anticuerpos monoclonales, uno para cáncer, otro para artritis reumatoide, etcétera", comenta. La planta utilizaría instalaciones "flexibles", de manera que, modificando lo menos posible, pueda abordar estos cambios de producto.

Por eso, los responsables de la iniciativa han apostado por elementos desechables, como los biofermentadores. En las pruebas, Vanessa Ojeda ha llegado a realizar una producción de miles de litros. "En el momento en que termines de hacer un producto aquí, eliminas la bolsa y colocas una bolsa nueva", comenta señalando el modelo que ha desarrollado y que se instalaría en un soporte metálico y móvil. De esta manera, "no hay posibilidad de contaminaciones cruzadas, que es un problema que pueden tener estas industrias farmacéuticas, y los costes son menores que en los biorreactores de acero inoxidable, que habría que esterilizar".

La planta no sufriría grandes modificaciones para llevar a cabo la producción, ya que casi todos los equipos podrían moverse de una sala a otra. En lugar de grandes tanques metálicos, habría soportes metálicos móviles en los que se pueden ir cambiando las bolsas.

La autora del proyecto tiene claro el modelo de negocio. "Necesitaríamos de la autorización de empresas investigadoras que tengan patentes de estos anticuerpos monoclonales y que nos permitan fabricarlos, la planta sería una plataforma de esas farmacéuticas grandes que investigan y desarrollan los anticuerpos monoclonales, y también de instituciones y laboratorios", comenta.

Implementación

Según los cálculos de los investigadores, si el diseño se llega a implementar, la planta podría contar con más de 60 empleados y trabajaría 24 horas al día durante 334 días al año. La inversión que habría que realizar para poner en marcha el proyecto se podría recuperar en unos tres años, ya que se obtendrían importantes beneficios.

El proyecto que ha desarrollado esta estudiante con el apoyo de Mariano Martín Martín, profesor de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Salamanca, está dentro del Programa de Prototipos Orientados al Mercado del Proyecto T-CUE de la Junta de Castilla y León.

Fuente: saludadiario.es

Con la colaboración de