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Dormir más de nueve horas diarias puede llegar a sextuplicar el riesgo de alzhéimer

Los mayores que duermen nueve o más horas cada día y tienen un bajo nivel educativo presentan un riesgo seis veces mayor de desarrollar demencia en 10 años

Dormir es una parte esencial de nuestro ciclo vital. Y es que los seres humanos, como ocurre con todos los seres vivos, necesitamos descansar. Pero cuidado: si bien resulta obvio que esta necesaria reposición de fuerzas es del todo inadecuada cuando dormimos pocas horas, disfrutar de un sueño excesivo puede resultar muy peligroso. De hecho, un estudio publicado hace un par de años ya demostró que los ‘dormilones’ tienen una mayor probabilidad de acabar sufriendo un ictus. Y ahora, una investigación llevada a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Boston (EE.UU.) muestra que las personas mayores que duermen más de nueve horas diarias tienen un riesgo hasta dos veces mayor de desarrollar enfermedad de Alzheimer en un plazo de 10 años.

Es más; los resultados de este estudio publicado en la revista «Neurology» también muestran que las personas que duermen un número excesivo de horas no solo tienen cerebros de menor volumen, sino que su riesgo de desarrollo de demencia en una década puede llegar a hasta sextuplicarse en caso de tener un bajo nivel educativo.

Sueños ‘excesivos’

Para llevar a cabo la investigación, los autores contaron con 2.457 personas con un promedio de edad de 72 años y que, participantes en el Estudio del Corazón de Framingham (FHS), contestaron a distintos cuestionarios sobre sus hábitos de sueño y en los que se hizo un especial hincapié en las horas diarias que pasaban durmiendo.

Conocer la duración del sueño puede ser una herramienta clínica útil para predecir el riesgo de desarrollo de alzhéimer en la siguiente décadaMatthew Pase

 

 

Asimismo, los investigadores realizaron un seguimiento durante 10 años de todos los participantes para detectar la aparición de casos de demencia, muy especialmente de enfermedad de Alzheimer. Y con todos estos datos, llevaron a cabo un análisis estadístico para establecer la relación entre la duración del sueño y el alzhéimer, observando que el riesgo de aparición de la enfermedad aumentaba, y mucho, cuando el tiempo dedicado a dormir superaba las nueve horas. Un riesgo, además, que parece estar condicionado por el nivel educativo del paciente.

Como explica Sudha Seshadri, directora de lainvestigación, «los participantes de nuestro estudio que no tenían el bachillerato y dormían cada noche más de nueve horas tuvieron un riesgo seis veces mayor de desarrollo de demencia en los siguientes 10 años que aquellos que durmieron menos. Así, nuestros resultados sugieren que contar con un alto nivel educativo puede proteger frente a la demencia en caso de dormir muchas horas diarias».

Entonces, ¿dormir en exceso provoca cambios en el cerebro que conllevan el desarrollo de demencia? Pues no. Por el contrario, los autores creen que el sueño excesivo podría ser un signo, cuando no un síntoma, de la gestación de la propia demencia. Tal es así que, como ya han constatado numerosos estudios, las intervenciones dirigidas a restringir la duración del sueño no son eficaces a la hora de reducir el riesgo de demencia.

Adelantar el diagnóstico

En definitiva, y en opinión de los investigadores, el cribado de los trastornos del sueño podría ser útil en la detección del deterioro cognitivo y de la demencia. Una posibilidad que debe ser tenida muy en cuenta dado que, como recuerdan los autores, «el diagnóstico temprano de la demencia puede tener importantes beneficios, como es el ofrecer al paciente la oportunidad de dirigir de forma más activa sus planes futuros y las decisiones relacionadas con su atención».

Como concluye Matthew Pase, co-autor de la investigación, «la duración del sueño comunicada por los propios pacientes puede ser una herramienta clínica útil para ayudar a predecir el riesgo de progresión a demencia en un plazo de 10 años. Así, los pacientes que comuniquen largos periodos de sueño deben ser evaluados y monitorizados para la detección de posibles problemas relacionados con la memoria y el pensamiento».

Fuente: abc.es

Con la colaboración de