Actualmente, dentro de los cuidados no farmacológicos de la persona con la enfermedad de Alzheimer, los profesionales sanitarios destacan y recomiendan los ejercicios de estimulación cognitiva.
Cuanto más temprano se detecte la enfermedad y antes comience el entrenamiento mental y físico, mejores resultados en la calidad de vida del paciente se podrán obtener. La estimulación cognitiva consiste en realizar de manera rutinaria una serie de ejercicios sencillos, similares los que se enseñan a los niños pequeños en los colegios, aunque en este caso para intentar no olvidar, no desaprender.
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